Antioquia

Turismo en el Suroeste, a paso lento y bioseguro

A pesar del tercer pico de contagios del virus y de brotes de violencia, la ocupación hotelera llegó al 72 %.

Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.

28 de junio de 2021

Con la misma paciencia que se requiere para sembrar, cosechar, tostar y mimar un buen café, se viene recuperando el turismo en la subregión del Suroeste antioqueño, golpeada en los últimos dos años por la peste de la covid-19 y una mala racha de violencia.

Sandra Restrepo, directora ejecutiva de Cotelco Antioquia, contó que en los últimos puentes festivos se han registrado ocupaciones hoteleras del 72 %, una gran noticia después de tantas afugias para una zona que depende en gran medida del turismo.

Según la Gobernación, en esta subregión conformada por 23 municipios, se han documentado 9.598 contagios de coronavirus, que representan el 1,5 % de los 630.099 registrados en el departamento (con corte al 26 de junio). Es la quinta con más infecciones, de las nueve subregiones.

En términos de orden público, el Suroeste presenta un incremento del 13,6 % en los homicidios con corte al 31 de mayo, al presentar 150 casos, 18 más que en el mismo periodo de 2020 (132).

Tal cual ha venido denunciando EL COLOMBIANO, la inseguridad proviene principalmente de grupos de crimen organizado que se disputan el tráfico local de drogas. La estructura más poderosa es el frente Suroeste del Clan del Golfo, que pelea contra grupos provenientes del Valle de Aburrá y de los mismos pueblos.

En 2020 el aumento de asesinatos fue del 50,5 %, con episodios tan atroces como las masacres de Betania, con 10 muertos (noviembre 22/20); la de Ciudad Bolívar, con cuatro (junio 15/20); y la de Salgar, con otros cuatro (febrero 26/20), todas ellas acaecidas en fincas cafeteras.

Más allá de esas circunstancias, “este semestre se visualiza un final de año con mucha más esperanza, pese a la situación que tenemos con la covid-19. Las personas están ávidas de viajes, de experiencias, de quitar la monotonía del trabajo en casa, recorrer las carreteras y volver a conectarse con el origen y nuestras tradiciones”, expresó Kely Piedrahíta, líder del sector de Turismo de Fenalco Antioquia.

Avance lento, pero seguro

Entre las empresas afectadas por el confinamiento del virus estuvo Land Venture Travel, una firma nacida en Medellín en 2010, con el propósito de hacer tours para extranjeros. Los recorridos incluyen una ruta cafetera en el Suroeste, que pasa por Jardín, Ciudad Bolívar, Concordia y otras localidades, a cargo de tres guías bilingües, que les enseñan el proceso de la cosecha cafetera, el disfrute de paisajes, los caballos y otras actividades que ofrece la hospitalidad paisa.

Andrés Múnera, su fundador, narró que en los peores días del aislamiento obligatorio los ingresos de la compañía se redujeron a cero. Para sobrevivir, comenzó a comprar café de variedad especial de Santa Bárbara y Jardín, en grano verde, para después tostarlo y revenderlo a los clientes ya procesado.

Tras el anuncio de la reapertura segura, los ingresos de Land Venture Travel son de apenas el 10 % de lo que ganaba antes de pandemia. “En la mejor época llegamos a tener cinco tours por semana, ahora estamos haciendo uno cada 15 días”, señaló el empresario.

Restrepo manifestó que en toda Antioquia se perdió el
42 % de los empleos del sector turístico el año pasado, y aunque hoy no hay un consolidado total, se ha notado que “las subregiones se están recuperando más rápido que los centros urbanos, como Medellín. Esto se debe a que, después del encierro, la gente quiere ir a lugares abiertos y de naturaleza”, argumentó.

Piedrahita complementó que “la recuperación avanza gradualmente, con un incremento positivo, se ve un interés en los visitantes en el turismo religioso, patrimonial y sobre todo de naturaleza. Ya estamos viendo nuevamente clientes nacionales e internacionales preguntando por alojamientos y experiencias gastronómicas, con los operadores locales en esta subregión”.

El secretario de Turismo de Antioquia, Sergio Roldán, relató que, en los periodos críticos de la pandemia, todos los subsectores de esta actividad recibieron un brutal impacto financiero: hoteles, restaurantes, eventos y entretenimiento, bares, agencias de viajes, el transporte y las casas de cambio de divisas.

“La recuperación no ha sido tan rápida, pero sí ha tenido repuntes importantes los fines de semana, que han levantado al subsector hotelero, de transporte, los bares y restaurantes”, detalló el funcionario, y añadió que en esto ha influido que desde el pasado 8 de junio, cuando el Gobierno Nacional decretó la “reapertura segura” de la sociedad y la economía, el tránsito de vehículos por las vías regionales subió a los 500.000 vehículos, y en los aeropuertos el aumento de pasajeros fue de 34 %.

El avance en la construcción de las vías de Cuarta Generación, como Pacífico 1 y 2, que conectan al departamento con el Eje Cafetero y el suroccidente del país, será clave para el incremento de los viajeros en la zona.

El alcalde de Jericó, David Toro, comentó que a su municipio han llegado bastantes foráneos los fines de semana, y que algo que favorece esta circunstancia es la seguridad. “Este año no hemos tenido ni un solo homicidio, estamos tranquilos”, dijo.

Sandra Howard Taylor, directora ejecutiva del Bureau de Medellín y Antioquia, recalcó que la estrategia de “Antioquia es Mágica, recórrela”, impulsada por la Gobernación, le dará un aire importante al turismo durante las vacaciones de mitad de año.

“Esta campaña servirá para que los antioqueños se animen a ‘puebliar’, y darle una mano a los empresarios que lo necesitan, y a todos los subsectores que se alimentan de los flujos turísticos”, afirmó.

Los retos que se avecinan

En cuanto a los desafíos pendientes para recuperar el turismo en un 100 %, el secretario Roldán declaró: “La reactivación en plena pandemia depende de tres cosas: el pasaporte mundial tiene un anexo más, que es el carné de vacunación; los establecimientos de comercio tienen un sello más, que es el de bioseguridad; y los visitantes tienen un reto más, el turismo responsable con bioseguridad, con distanciamiento social, lavado de manos y tapabocas”.

La directora regional de Cotelco afirmó que la seguridad es un aspecto de relevancia. “Es importante que la Fuerza Pública logre brindarle esta seguridad al viajero. En Cotelco tenemos un convenio con la Policía de Turismo y hay comunicación permanente; incluso, compartiendo información se ha ayudado a recuperar vehículos robados”, indicó Restrepo.

Señaló que se debe hacer un inventario más profundo de las condiciones que ofrece el Suroeste, pues hay algunos municipios que cuentan con atractivos turísticos, pero aún no tienen la infraestructura apropiada para recibir visitantes, y les faltan hoteles, oferta gastronómica y demás.

“Esto requiere una suma de voluntades entre gobiernos, ciudadanos y empresarios, para ser realmente competitivos”, concluyó Restrepo.

Para la tranquilidad de los turistas, también “se necesitan altos estándares de bioseguridad en el alojamiento y el transporte, que se sientan tranquilos los pasajeros en términos de evitar el contagio”, apreció Piedrahita.

A propósito de esto, en el proceso de vacunación el Suroeste es la tercera subregión con más dosis aplicadas (112.156), según la Gobernación, después del Valle de Aburrá (1’862.330) y el Oriente (247.286), con corte al 25 de junio.

La asociada de Fenalco Antioquia enfatizó en la urgencia de “innovar en las rutas turísticas”. Aunque hay sitios encantadores, como la Cueva del Esplendor (Jardín), Cerro Tusa (Venecia) y las fincas cafeteras de Andes y Jericó, el territorio tiene muchos más lugares con potencial.

Esta misma inquietud la comparte el alcalde Toro, para quien “innovar es la clave, para que la gente no venga a ver siempre lo mismo”.

Para él, las perspectivas de Jericó son muy interesantes. Recientemente, el carriel jericoano fue declarado patrimonio cultural de la Nación, lo que puede impulsar los trabajos de manufactura y artesanía, y sumarse a otros atractivos culturales y naturales, como el Jardín Botánico y los museos de Maja (antropología y artes) y de Música.

El empresario Múnera precisó que todavía falta mucho para recuperar a los visitantes extranjeros. “Las agencias que ofrecen paquetes a turistas regionales y nacionales están teniendo un repunte, pero no tanto las que trabajamos con extranjeros. En el exterior, la reapertura económica de Colombia no se percibe mucho, al contrario, la gente solo ve que estamos en la peor fase de los contagios de covid-19”, aseveró.

Esa imagen, de cara al exterior, es uno de los retos más grandes. “Ya tenía organizado un tour para una señora de Estados Unidos, pero me llamó para aplazarlos, porque vio en televisión la violencia de las protestas del Paro Nacional. ¿Y qué puede hacer uno ahí? Nada”, expresó Múnera.

Las ilusiones del gremio están fijadas en el avance de la vacunación, la Feria de las Flores (agosto), la cosecha cafetera (septiembre y octubre) y la temporada decembrina, para volver a sentir la hospitalidad del Suroeste, y el aroma a café de sus montañas