¿Por qué desapareció tiquete para un solo viaje en el sistema Metro?
El Metro de Medellín modificó los perfiles para el ingreso de los viajeros al sistema. Los cambios generaron malestar en usuarios; la empresa explicó las razones del proceso.
Periodista del Área Metro. Me interesa la memoria histórica, los temas culturales y los relatos que sean un punto de encuentro con la ciudad en la que vivo, las personas que la habitan y las historias que reservan.
Dos meses después de actualizar las modalidades y perfiles para viajar en el sistema masivo de transporte, el Metro respondió inquietudes y quejas de los usuarios.
Entre las modificaciones, que empezaron a regir hace dos meses, está que quien no posea una tarjeta Cívica Personalizada debe adquirir una Eventual, diseñada para pasajeros esporádicos o turistas. Esta sustituyó la tarjeta Al Portador, que antes era retenida en los torniquetes.
El costo del plástico es de $5.000 y queda como propiedad del pasajero, quien puede seguir recargándola y usándola en toda la red, incluidas las rutas integradas. Pero, para algunos usuarios, la medida es poco práctica en caso de olvidos o resulta inaccesible para viajeros ocasionales que no viven en el área metropolitana.
Carlos David Agudelo, jefe de Negocios del Metro de Medellín, explicó que el cambio surgió por varias razones. La primera es la integración: la tarjeta eventual del año pasado únicamente funcionaba en la red metro. Entonces, usuarios como los turistas se veían afectados al subir a un bus de metroplús o a una de las rutas integradas, puesto que debían pagar una tarifa plena.
Molestias de pasajeros
Para una consulta médica y con los pasajes precisos en el bolsillo viajó Deisy Z. Galeano desde un pueblo de Antioquia hasta Bello. En las taquillas del metro, sin embargo, le informaron que para comprar un solo tiquete debía adquirir antes la Cívica Eventual ($5.000), más los $2.650 del viaje.
“No tenía con qué pagar todo lo que me dijeron. Si no es por un señor que me ayudó me hubiera quedado sin pasajes”, destacó Galeano en su historia, a través de las redes sociales de EL COLOMBIANO.
“Tuve una experiencia mala al ver una señora de una zona rural pidiendo un pasaje. La asesora le respondió que tenía que comprar la nueva tarjeta y fue triste porque no tenía para comprarla”, manifestó el usuario Santiago Acosta.
“Olvidé mí cívica, que tengo desde siempre. Ese día, viajar una estación, entre Caribe y Universidad, me costaba $ 8.000, porque tuve que comprar la tarjeta”, dijo Ofelia Henao, quien vive en Marinilla y viaja “de vez en cuando”.
“No veo beneficios, perdí mi Cívica un día y por un viaje de casi $8.000, casi me mandan a pie”, mencionó Brian Stiven Vanegas.
“Me salió más barato un taxi. Debería poder pagarse con un QR o una aplicación”, sugirió la usuaria Catoto Villegas en la red social Facebook.
Modernización, la razón
Otra de las justificaciones de los cambios, apuntó Agudelo, es medioambiental. Las tarjetas, si bien son de material reciclable, son contaminantes porque están hechas de PVC.
En el Metro ya tenían emitidas, a finales del año pasado, más de 5 millones de tarjetas, mucho más que la población del Valle de Aburrá.
“Empezamos a revisar con otros sistemas del mundo y encontramos que en Buenos Aires ya rondan las 16 millones de tarjetas. La gente las guarda y al otro día va por otra”, dijo Agudelo.
Con este panorama, la empresa comenzó a buscar estrategias para favorecer la migración de usuarios hacia la Cívica Personalizada, que es gratuita y a la que se puede acceder en los puntos de atención a los clientes (fijos o móviles).
Agudelo recordó que la tarifa con la tarjeta personalizada ($2.355) es $295 más barata que con la tarjeta eventual. Permite, además, la restitución de saldo en caso de pérdida y acceso al sistema de bicicletas públicas de Encicla.
Cuando empezó el cambio de perfiles, acotó, unas 10.000 personas al día entraban con tarifa eventual. Hoy, dijo, solamente están ingresando 5.000 pasajeros, puesto que la mitad pasó a la personalizada.
“No los estamos forzando, ponemos los medios para que adquieran una tarjeta personalizada, que tiene más beneficios y ahorro”, concluyó.