Seguridad

Acción de ilegales obliga intervención en Altavista

La Alcaldía busca acabar con las bandas que siembran zozobra en el corregimiento.

Periodista. Magíster en Comunicación de la Defensa y los Conflictos Armados de la Universidad Complutense de Madrid

22 de julio de 2017

Las balas que son disparadas por integrantes de grupos ilegales entre los sectores Mano de Dios y Los Chivos en el corregimiento de Altavista, occidente de Medellín, mantienen con angustia a todos sus habitantes, y a pesar de las intervenciones oficiales para solucionar la situación y a una constante presencia de la Policía y el Ejército, la tensión sigue siendo alta.

Allí se cumplen cerca de dos meses en los que las pistolas y hasta fusiles truenan casi todas las semanas, varios de los proyectiles han impactado las fachadas de las casas de esos barrios, algunas veces los tiros se escuchan en las tardes, muchas veces en las noches.

“Acá usted puede ver mucha gente en la calle a esta hora (10:30 a.m.) porque en la mañana hay cierta tranquilidad, hay policías por todos lados, pero entra la tarde y la cosa cambia. Ya hay más tensión porque en cualquier momento pueden empezar a disparar, usted ya no ve a casi nadie por ahí después de las seis, y ya a las nueve de la noche asustan afuera. Lo que se dice es que nadie debe estar en la calle a partir de esa hora, no responden”, relata Alba Gutiérrez*, quien habita en Mano de Dios sector Playa Alta.

Justo al otro extremo está la gente que habita en la parte conocida como Los Chivos. Allí también se sufre el rigor de este conflicto y muchas fachadas de las casas de esa zona lo evidencian con los huecos dejados por las balas.

“Una de esas balas impactó en mi cocina. Yo estaba lavando los platos cuando sentí el zumbido y un ardor en la cabeza, pensé que me habían pegado a mí, por fortuna la bala me pasó por el lado, pegó en una pared y terminó al lado de mi hijo. Yo volví a nacer ese día, pero también desde entonces me mantengo nerviosa por todo, cierran una puerta duro y pego el brinco, me estresa que mis hijos estén hasta tarde en la calle”, asegura una ama de casa de ese sector de Altavista mientras muestra la ojiva que por poco la mata.

Afectación a la comunidad

Esta situación altera la cotidianidad de cientos de familias, comercio y el transporte, que justo ayer registró otro paro de actividades por el ataque a cuchillo a un conductor de las rutas 172 y 178 de Belén - Altavista, al parecer relacionado con el cobro de extorsiones a esas rutas por parte de los grupos ilegales que delinquen en la zona.

A parte de la afectación a la movilidad de la comunidad, la situación también mantiene en vilo a la educación. Solo esta semana, después de casi un mes sin actividades escolares, los estudiantes volvieron a clases a pesar de que la situación no está controlada en su totalidad, algo que siguen notando varios padres de familia que prefieren que sus hijos no regresen a las aulas hasta que se calme la situación.

EL COLOMBIANO acompañó a un grupo de alumnos de la institución educativa Pedro Octavio Amado, quienes deben caminar por 20 minutos desde sus casas, ubicadas en el sector Playa Alta, hasta el colegio.

En el recorrido, los jóvenes deben atravesar callejones y maleza y hasta por una vía improvisada para llegar a las aulas de clase. Por estos días la mayoría de alumnos han regresado a los salones, sin embargo mantienen el temor que en cualquier momento queden en medio de los disparos, algo que ya ha sucedido.

Por eso, entre las muchas historias que cuentan en medio del camino, están presentes las que tuvieron que ver con ese tipo de situaciones. “Muchos preferimos venir en grupo, la cosa es que cuando suena un disparo es el que más corra para la casa”, añade uno de los jóvenes.

¿Por qué esta situación?

La extorsión es, según la Policía y la Alcaldía de Medellín, uno de los principales motivadores para las bandas ilegales, conocidas como “Los Chivos”, presuntamente liderada por alias “Chatán”; “La Lágrima”, cuyo principal cabecilla sería alias “El Mono” y “Mano de Dios”, cuyo líder sería alias “Conejo”. Esas dos últimas estarían asociadas al “Clan del Golfo” o “Autodefensas Gaitanistas de Colombia”.

Según informes oficiales, el cobro de la denominada vacuna se da principalmente al transporte público y a las volquetas que transitan diariamente hacia las ladrilleras (que también son extorsionadas cada 15 días); y al comercio, representado en su mayoría por tiendas de barrio. Además, la renta que les representa el robo de hidrocarburos en la parte alta de la montaña, es uno de los detonantes de los últimos enfrentamientos.

Para las autoridades, en los hostigamientos armados entre las bandas se han utilizado armas de varios calibres, incluso fusiles y granadas de fragmentación.

¿Y las autoridades?

A parte de la presencia de diferentes especialidades de la Policía y de tropas del Batallón de Policía Militar N°4 del Ejército, en Altavista, la Alcaldía de Medellín inicia desde hoy una intervención con la que se buscará retomar el control de la zona y recuperar la confianza de sus habitantes.

Andrés Tobón, secretario (e) de Seguridad de Medellín, afirmó que las autoridades están trabajando para dar resultados contra las bandas ilegales de Altavista, también para terminar con la extorsión, aunque hace un llamado a las víctimas para que denuncien ese delito y facilitar la labor de la Policía y la Fiscalía.

El funcionario confirmó el inicio de la intervención la cual “es de carácter social que llevará toda la oferta institucional del municipio de Medellín, algo que ya ha funcionado en otros sectores. Queremos demostrar una vez más que cuando la administración se articula, cuando los programas que se tienen trabajan juntos en un solo territorio, logramos resultados importantes. Eso se demostró en Castilla, sobre todo con la reducción de homicidios y eso queremos que ocurra en Altavista”.

*Nombre cambiado por seguridad de la fuente.