Antioquia

Agarrón por avales en municipios calienta pulso Bedoya - Prieto entre los liberales

Cisma al interior del partido por entrega de avales en municipios calienta campaña en la región.

Periodista y politólogo en formación. Aprendo a escribir y, a veces, hablo sobre política.

19 de agosto de 2023

Aunque las fricciones partidistas son frecuentes en política, el cisma que hoy viven los liberales en Antioquia por la entrega de avales en los municipios terminó de calentar el ya abierto pulso entre Eugenio Prieto y Julián Bedoya. La implosión del partido ha resultado en salidas airadas y dardos entre los candidatos y sus equipos políticos. Expresiones como “robo de avales” y “respaldos de papel” ambientan una contienda que no solo es por la Gobernación, sino por las bases liberales.

La salida más reciente la protagonizó Prieto, ganador del pulso formal por el aval liberal, pese al apoyo que recibió Bedoya por parte de una veintena de congresistas. En una de sus correrías el político se echó un discurso en el que frenteó los señalamientos por “robo de avales” desde los liberales de Envigado —en cabeza del representante Julián Peinado y el exalcalde Héctor Londoño— y los socialdemócratas —matiz que lidera el mismo Prieto—.

El candidato dijo, palabras más, palabras menos, que su equipo no se ha apropiado ilegítimamente de ningún aval en Antioquia. “Decir que nosotros nos hemos robado unos avales, es como venir a decir que los partidos políticos le tienen escriturados los avales a unos dueños o propietarios de esos partidos”, expresó, en un tono de voz airado y con evidente molestia.

El entuerto pasó por su episodio más reciente en Caldas, donde el aval rojo lo entregó el representante Peinado y no los congresistas Juan Diego Echavarría y María Eugenia Lopera —como se esperaba—. Pero quizá este no es el episodio más reciente, sino el más sonado: dice el diputado Andrés Mesa que, en total, son 17 los avales a alcaldías que el partido le “arrebató” al matiz de la renovación liberal —liderado por Bedoya y la dupla Echavarría-Lopera— en el departamento.

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Mesa habla, además de Caldas, de El Carmen de Viboral, Rionegro, Carepa, Chigorodó, Remedios y Tarazá, donde —en sus palabras— el equipo de la renovación liberal fue el más votado al Congreso en las legislativas pasadas. “Se violó una norma consuetudinaria, que el partido aplica hace 30 años. Esos avales se los dieron a Peinado y al representante Luis Carlos Ochoa —también del equipo de Prieto—”.

El pleito que ahora ambienta las campañas de Prieto y Bedoya, además del revés con el aval del segundo que terminó respaldado por un partido palenquero con raíces en el Atlántico, tiene que ver con lo que algunos llaman una “violación a la tradición”. Justo es este el quid del asunto: que los liberales de la renovación liberal piden que los avales los entreguen los congresistas más votados —Echavarría y Lopera— y no Peinado.

Es un asunto de “pureza”

Mientras que para el equipo de Bedoya este es un asunto de tradición, de costumbre, para los liberales de Envigado y los socialdemócratas esta parece ser una cuestión de honor. Así lo expresa el representante Peinado, quien también se sacude de los señalamientos por “robo de avales”. Afirma que los respaldos se entregaron bajo la bendición de las directivas y que el criterio para entregarlos no tiene que ver solo con “el número de votos logrados”.

Lo que hay es un “pimponeo entre dos equipos y una distorsión de los valores liberales”, dice Peinado respecto al reclamo de los liberales de la renovación. Pues bien, el argumento del representante es este: el equipo de Bedoya avanza en bloque —con el senador conservador Carlos Andrés Trujillo— y con otras coaliciones en varias localidades. Eso habría ocurrido en Rionegro, La Ceja y El Carmen de Viboral, donde este matiz del partido estaría apostando por candidatos del Centro Democrático y del oficialismo. Mejor dicho: que no había candidato propio, puro.

“Es un cúmulo de elementos lo que determina la entrega de avales, sin necesidad de juntarnos y llegar de arrimados a otros equipos”, afirma Peinado para luego decir que en puntos como La Estrella y el Norte, “donde ellos guardan disciplina”, se les salvaguardaron sus intereses.

Aunque contactamos a los congresistas Echavarría y Lopera para conocer su postura respecto a este pulso, no fue posible acceder a una respuesta previo al cierre de esta edición. Eso sí: desde ese equipo se ha afirmado en varias ocasiones que lo aquí expuesto podría pasar factura en la contienda por la Gobernación, en la que Prieto tendría un “aval de papel”, sin soporte de las bases liberales.

Chicaneó de esa forma Bedoya en el lanzamiento oficial de su candidatura el pasado 10 de agosto. Dijo entonces que tiene el apoyo de “67 primeras damas que se declararon en rebeldía”, entre las que se contarían parejas de alcaldes liberales. Un mensaje insoslayable: que el “candidato único del partido” —como recalcó Prieto hace días— podría ser abandonado por las bases liberales.

La insinuación es poco descabellada, según el diputado Mesa, porque el cisma por el que pasaron los municipios mencionados, y otros donde concejales rojos de vieja data se quedaron sin aval, “seguramente entrarán en rebeldía y podrían no apoyar al candidato oficial que tenemos a Gobernación”. Las bases, que tanto menciona Bedoya, podrían inclinar la balanza: ediles, concejales y candidatos a alcaldías.

Dicen fuentes a vuelo de pájaro que de 400.000 votos que el partido podría sacar a Gobernación, casi la tercera parte se iría a la campaña de Bedoya. Peinado, sin embargo, asegura que la candidatura de la que hoy es jefe de debate tiene bases sólidas, con representantes, diputados y casi 70 equipos avalados a alcaldías que ya se tomaron la foto oficial. “Hay heridas, que se hacen en política, eso toma tiempo en sanar”, dice.