¿Quién era “Mono Clinton”?, condenado por extorsionar a empresarios de Medellín
Carlos Izquierdo, director de la Fiscalía contra las Organizaciones Criminales, reseñó el actuar criminal del cabecilla del Eln que se apodaba con ese alias.
Soy comunidador social y periodista. Me interesan, entre muchas cosas, temas de conflicto armado, medio ambiente y derechos humanos.
Un integrante del Estado Mayor del Ejército de Liberación Nacional (Eln) acaba de ser condenado a 40 años de prisión por secuestros y extorsiones a comerciantes de Medellín y el resto del área metropolitana.
Se trata de Édgar Humberto Restrepo Benjumea, alias Mono Clinton, quien coordinó el Frente de Guerra Urbano Nacional de esa guerrilla. Desde allí promovió diversas conductas criminales con el fin de mantener su estructura ilegal, algunas de ellas fueron los secuestros y las extorsiones, las cuales demostró en el juicio la Fiscalía.
Por ende, por los delitos de secuestro extorsivo agravado, concierto para delinquir agravado, financiación del terrorismo, rebelión y obtención de documento público falso, una juez Especializada de Medellín lo condenó a 40 años y a pagar una multa de 10.799 salarios mínimos legales vigentes (aproximadamente $10.799 millones).
Las actividades de “Mono Clinton”
Este integrante del Eln delinquió durante varios años en Antioquia, hasta que fue capturado el 1 de agosto de 2019, en una operación conjunta entre la Fiscalía y la Policía. Esa vez se movilizaba en un vehículo de vidrios polarizados por el barrio Loreto, de Medellín.
El historial por el que fue condenado se sustenta en tres hechos. El primero es el secuestro en 2013 del propietario de una cadena de droguerías; dos años después, el condenado estuvo detrás de la retención de un ingeniero en el mes de abril. En ambos casos se exigía por las víctimas una alta suma de dinero a cambio de las liberaciones, la cual estaba entre los $2.000 y $3.000 millones.
Por último, la Fiscalía evidenció que el coordinador del Frente de Guerra Urbano participó en el secuestro de un empresario –ocurrido entre Medellín y Sabaneta–, por el que llegaron a pedir hasta $43.000 millones para entregarlo sano y salvo.
Para concretar estos secuestros, de acuerdo a los investigadores, el “Mono Clinton” acudió a “Los Magníficos”, una banda criminal que tenía al interior de sus filas a guerrilleros del Eln y a policías activos y retirados.