“En esta campaña va ganando el billete que están dando”: Mauricio Tobón
Mauricio Tobón, el candidato del Parche a la Gobernación, denuncia irregularidades en esta contienda.
Directora de EL COLOMBIANO.
Mauricio Tobón es franco y directo para denunciar que en la actual contienda electoral los argumentos y las propuestas quedaron relegadas y que lo que se está imponiendo es la chequera de varios aspirantes, con los que buscan seducir a los más necesitados en los barrios de la ciudad y en las regiones de Antioquia.
Asegura que va hasta el final de la contienda, aunque sabe que no tiene cómo competir con aquellos candidatos que dicen a boca llena que el día de las elecciones gastarán $5.000 millones.
Mauricio, ¿usted por cuál partido va? ¿Cómo es su movimiento?
“Yo recogí firmas por toda Antioquia, recogí 115.000 firmas, me las validaron y el movimiento se llama Grupo Significativo de Ciudadanos El Parche. Uno puede ahí lograr dos asociaciones, es este que llevo en la cara, pero también ese sitio tan popular, tan común en Antioquia. Que se ha vuelto una palabra medio entrañable de hacemos parche. Veámonos en el parche, estemos en el parche, hagamos un parche. Entonces ahí he hecho alguna asociación. En realidad este movimiento es cero máquinas. Yo no tengo un miembro de una JAL, yo soy ciudadanía, entonces uso todo ese tipo de recursos para conectarme con la gente y con la ciudadanía”.
Pero, bueno, ya que usted puso de presente el parche y que debe ser algo que marcó su historia, ¿por qué no nos habla de una vez del parche? Cuéntenos cómo fue ese accidente que tuvo.
“Eso fue hace poquito, hace apenas ocho años. Yo estaba en una fiesta de navidad de un grupo muy grande de familia y amigos, y en la noche había unos juegos pirotécnicos. Eso fue en el suroeste de Antioquia. Entonces había una fiesta y cerraban con juegos pirotécnicos y quien estaba con los juegos pirotécnicos tuvo un accidente. Se colapsó la torre esa de luces y de juegos y cedió una bola, como una bola de cañón, y me pegó a mí en la cara”.
Pero ¿estuvo en riesgo su vida?
“Yo quedé ciego por dos días. A mí se me contaminó el nervio óptico y me dejó ciego por dos días. Y bueno, esas obras divinas y de Dios me permitieron superar ese difícil momento. Sin duda estuvo en riesgo la vida. Yo durante muchos años he hecho campaña contra la pólvora. Tengo que aceptarlo, me parecía muy bonito. Pero ahí quedó el chiste”.
¿Y qué lección le deja eso? ¿Qué le agregó a su vida?
“No, primero, te voy a decir la verdad, me volví un hombre de mucha más fe. Porque yo en un momento de esos, cuando usted ve que le va a pasar eso, solamente es acudir a la fe y yo acudí a Dios. Y eso me avivó más la fe y sin duda alguna hoy todavía la vivo con mucha fuerza. Y lo otro fue que me metí en campañas contra la pólvora. Yo me acuerdo chiquito que mi papá nos daba pólvora, los abuelos nos daban pólvora. Es que aquí en Antioquia era como la costumbre, todo el mundo tiraba pólvora. A mí no se me va a olvidar cuando mi hermanito chiquito tenía cinco años y tenía en el bolsillo de la camisita un paquete de chorrillos. Entonces todos los amiguitos estaban tirando chorrillos, él tiró chorrillos y se le incendió todo. Pero no le pasó nada. Eran otras épocas”.
¿Y eso le afecta ahora para su vida diaria o ya es parte de su cotidianidad?
“Hay cosas que a mí me da miedo hacer. A mí me da miedo hacer, por ejemplo, montarme en una bicicleta. Me da miedo, me encantaban las motos, a mí ya no. Uno ve perfecto con un ojo, pero la gente dice que uno pierde las tres dimensiones y que pierde el tema de la distancia. Por alguna razón yo no lo he perdido. Por alguna razón yo manejo igual un carro, yo manejo una moto, yo tengo mi licencia de conducción y todas mis cosas sin ninguna dificultad. Pero hay algo muy simpático. O sea, cuando a mí me toca comerme una hamburguesa, eso es un problema. Termino acá con la carne, acá con el pan. No sé por qué”.
¿Usted cómo se formó? ¿Dónde estudió? ¿Qué hizo? ¿Cuándo decidió meterse en la política? Cuéntenos un poco.
“Yo estudié mi primaria y mi bachillerato en el colegio Benedictinos y Corazonistas. Estudié en la universidad de Eafit, economía. Me gradué de economía, pero también estudié ingeniería civil en la Nacional, pero no me gradué. Después de eso estudié una especialización en ciencia política, en Bolivariana. Estudié administración de empresas en el IE, una MP en el Instituto de Empresa de Madrid. Desde la universidad hice empresa. Yo toda mi vida he hecho empresa. Desde antes de graduarme hice empresa. Mi familia, mi papá empresario; mi mamá empresaria, ama de casa. Tengo dos hermanos, una hermana que trabaja con una multinacional y vive fuera de Colombia. Mi hermano, que es un médico, alergólogo, vive acá en Medellín. Mis sobrinos, sobrinas”.
¿Y usted en qué momento se mete a la política?
“Mi papá nació en La Ceja y toda su vida empresarial la desarrolló en Medellín, pero él amaba La Ceja y él siempre quería estar en La Ceja. Y se metió a ser concejal de La Ceja. Iba los sábados a atender la vida como concejal y yo pequeño iba. Entonces él era concejal por el galanismo. Entonces yo fui en eso y me entusiasmó la política. Luego, cuando estaba en la universidad... Estaba muy pequeño, yo creo que estaba en bachillerato, perdón, en primaria, terminando la primaria. Y yo fui y me fui con él y me gustó y después está acá y me metí a participar del Concejo de Medellín. Salí elegido al Concejo”.
Ah bueno, tenía el bicho de la política desde el principio.
“Sí, pero ¿sabe una cosa? Esta campaña ha sido bastante dura, muy dura. Yo estuve en la pasada para la gobernación, donde los grandes competidores eran Aníbal Gaviria y Andrés Guerra. Luego estaban Juan Camilo Restrepo, Rodolfo Correa, Mauricio Pérez...”.
¿Y esta ha sido diferente?
“Sí, porque esa campaña, la pasada, era más discursiva, más de propuestas, más tranquila. En cambio en esta, desde el primer momento apareció la plata. Esta es de billete, desbordante. En esa pasada, bueno, pues era necesario la plata para atender los eventos. Inclusive yo tuve una discusión con Aníbal Gaviria, porque fuimos a Urabá y había 1.000 camisetas de Aníbal Gaviria en Urabá. Y estos días estaba pensando, que ya todos son hasta con 4.000 camisetas, no de un candidato, sino de tres o de cuatro. O sea, en cuatro años nos cambió tanto la política en Antioquia. Es impresionante. Es una cosa desbordante”.
¿Y quiénes son los que más muestran plata?
“Julián Bedoya, Esteban Restrepo, se le ve plata también a Luis Fernando Suárez, veo muy pelado a Luis Pérez, extrañamente”.
Pero no lo dice porque es su amigo.
“Vea, Luz María, aprovechemos eso. Yo reconozco en él una persona con la que trabajé y que tuvo un buen trato con él y una buena relación laboral, pero en lo político hemos tenido unas distancias enormes, inclusive de cuando renuncié a la Idea hace siete años”.
¿Cuando usted renunció a la Idea, peleó con él?
“No, no, es una persona muy amable y yo me lo encuentro en estos debates y es una persona que salió con respeto y amabilidad”.
Entonces usted no es de Luis Pérez.
“No”.
Pero dicen que Minuto 30, que es un medio de comunicación que usted creó, lo creó un poco a expensas de Luis Pérez.
“No, Luz María, eso es un mito urbano. Mira, yo tengo un socio que se llama Jorge Pareja, y Minuto 30 fue más una inspiración de Jorge Pareja que mía. Y Jorge Pareja lo creó y yo en ese momento estaba en otros temas laborales y entré y me senté con él y lo financiamos y lo acabamos adelante. Pero es un tema puramente de la mitología urbana, de los mitos urbanos. A mí me dicen que soy socio de Luis Pérez en tierras, que soy socio de Luis Pérez en Minuto 30, que yo soy el caballo de Troya Luis Pérez”.
Pues bueno, lo que pasa es que además los dos están compitiendo, entonces sería un poco extraño...
“Y no comparto muchas de las cosas de él. A mí, por ejemplo, las propuestas de Luis Pérez no me gustan. Luis Pérez para todo problema propone una empresa”.
Pero, por ejemplo, usted que trabajó con él, ese mito urbano también que le decían Luis XV, que porque por cada contrato pedía un porcentaje, ¿usted no lo vivió en su administración con él?
“No lo he visto, nunca. Pues nunca. Y yo estuve en el Idea y nunca tuve un contratista”.
Pero hoy Luis Pérez no tiene demasiado dinero para haberse hecho solo a una carrera pública. Es que uno como funcionario público, uno gana unos milloncitos, pero para tener todos los bienes y la fortuna y las tierras que tiene Luis Pérez.
“Lo que sé de él, porque lo conozco, es que es un hombre que ha invertido durante su vida en tierras. Y eso es lo que se le ve. De ahí para adelante yo no sé más”.
Pero bueno, volviendo a lo de la gobernación, ¿esa plata usted cree que va a incidir mucho en el resultado final de esta contienda?
“Yo creo que sí. Y le voy a decir por qué. Porque acá, sin duda alguna, hay voto libre. Pero está en el área metropolitana, está en los estratos 4, 5 y 6. Pero acá hay gente que está llena de dificultades económicas. Y que está llegando esta gente a atenderles de forma temporal esas necesidades económicas que tienen. Usted va a los barrios y ve que la plata que mueve Corredor, que mueve Upegui, que mueve Bedoya, que mueve Esteban Restrepo. Pues es una cosa fuerte. Usted la ve. Yo estuve en Santo Domingo hace 15 días. Me reuní con un grupo de muchachos y les dije, bueno, cuéntenme cómo es la cosa acá para la alcaldía. ¿Va a ganar Fico? Y me dijeron, no, no, no. Fico no ha traído nada acá. Acá Corredor nos contempla, nos trae, nos invita, viene y nos atiende. Y les dije, bueno, ¿y Upegui? Me dijeron, claro, ese es el de las cuchas. Yo, ¿cómo así que el de las cuchas? No, porque las cuchas dicen que le dio computadora a los niños y que le trae a los niños cosas. Es una cosa muy desigual. O sea, el que hoy se vaya a zonas de Medellín, las zonas más deprimidas, con un tema discursivo, sin duda tiene audiencia. Pero va ganando el billete en muchas partes de esta ciudad y este departamento. Yo estuve en Urabá. En Urabá no vi sino adeptos de Julián Bedoya y Esteban Restrepo. Por todas partes. Y eso es con billete”.
¿Y esa plata de dónde sale?
“Pues mira, yo creo que eso es un tema que está relacionado con temas de la contratación pública, clarísimos. Seguramente hay contratistas que lo están apoyando y que lo respaldan y que lo acompañan. Es que mire, yo le digo una cosa. Yo hago empresa en esta ciudad. Yo estoy en varios sectores en los que hago empresa. Yo estoy viviendo las dificultades, como lo viven los empresarios hoy, de encontrarse con la caída en la demanda, de ver el nerviosismo que existe en esta ciudad, en este departamento frente a quienes nos puedan gobernar. Entonces acá tiene que darse un cambio que nos genere tranquilidad y seguridad para seguir avanzando, para que por lo menos cuidemos este departamento de ese deterioro en el que podemos caer y más con cosas como las que les estoy contando. O sea, donde la política de nosotros se nos costeñizó. Nosotros que tanto hemos criticado como se hace la política en la costa atlántica, acá en Antioquia está igual. Y yo ahora, yo veo esto y yo no... Yo voy a terminar mi campaña con dignidad, invirtiendo en marketing electoral, que es lo que voy a invertir, en temas de pauta digital, de pauta radial, de pauta en los medios de comunicación, haciendo otros eventos. Y yo digo, bueno, ¿hasta dónde va a llegar? Pero es que a mí me dicen... Yo en estos días hablaba con otro candidato a la Gobernación y le dije, bueno, ¿cuánto le va a valer usted un día de elecciones? Me dicen, día de elecciones me va a valer 5.000 millones de pesos. Yo no voy a llegar a ese tope”.
A propósito de llegar o no llegar, hablemos del pacto de Indiana, ¿qué pasó con el pacto de Indiana?
“Se reventó. Allá todos querían estar, o todos queríamos estar unidos, pero por debajo de la mesa todos cruzaban los dedos: no voy a ser yo el que me voy a bajar en favor de este. Entonces no hubo sinceridad. Yo creo que sirvió para cuatro meses comer buenos desayunos y no se pudo”.
¿Y no pudieron ponerse de acuerdo?
“No, no se pudo. No se pudo. Y mira, finalmente terminó en esto”.
Quedan del pacto de Indiana tres, sin usted y sin Juan Diego Gómez, qué sabe de la unión entre Andrés Julián Rendón y Luis Fernando Suárez.
“Yo no sé, o sea, ahí todo puede pasar. Lo que pasa es que ellos tienen, digamos, unos poderes superiores que los quieren unir. Esos no son candidaturas propias, clarísimo. Hay unos poderes propios que los quieren... Unos poderes superiores que los quieren unir. Que no sé hasta dónde puedan lograrlo. O sea, yo ya los veo muy rebeldes. Yo ya hablo con ellos y yo pues voy tranquilo en esto. Yo le digo a Suárez, le digo, bueno, entonces ¿cuándo le entrega Andrés Julián? Le dije ayer. Y se timbró. Se me tocó bastante. Y me dijo no. Entonces Andrés Julián más o menos lo recomienda lo mismo y no. No sé además qué efectividad es unirse ya cuando tú vas a aparecer en el tarjetón. Entonces yo no sé hasta dónde sirvan ya esas uniones”.
Usted qué va a territorio, ¿qué ha visto, qué sensación tiene? Políticamente, más allá de la plata, ¿quiénes están? Porque pensaría uno que si Julián Bedoya está tan fuerte en términos económicos, ese espacio se lo puede estar quitando a Luis Pérez.
“Yo creo que sí. Pero también al Centro Democrático. Porque el Centro Democrático... Siento yo... Lo que siento es que hay una fuerza importante de sus bases, los uribistas triple a, pero que han perdido bases. Porque esas bases en algunas de sus regiones han ido migrando al Partido Conservador, han ido migrando al fiquismo y hay otras que se han vendido. O sea, yo también creo que acá se vendieron. Es que, mire, el que piense hoy en el Bajo Cauca, el que piense en Urabá, el que piense en el Occidente, el que piense en los votos de opinión, que se olvide”.
¿Usted cree que todos esos votos van a ser más o menos, de una u otra manera, comprados?
“Yo creo que de alguna manera comprados. Yo no sé si comprados el día de las elecciones, con el billete de 100.000 partido en la mitad, y se lo doy apenas el voto del otro de 100 o apenas me vuelva el tarjetón. Es un tema degradante, es un tema triste, es un tema que yo no pensé nunca que llegaría a Antioquia. No se vayan a molestar conmigo los costeños, pero saben que es verdad, que así es como operan muchas partes de la Costa Atlántica. Pero acá está hoy así. Esta gobernación va a ser una Gobernación muy difícil. Y con la salida de Quintero, a la calle, a hacer campaña, yo no sé también cómo se nos va a poner esto en Medellín”.
Bueno, ese es otro tema, pero ¿usted qué les propone a los antioqueños para que voten por usted?
“A ver, primero, yo voy a avanzar en esta campaña que nos queda en un mes completamente tranquilo, presentando mi propuesta, que es fundamentalmente, darle tranquilidad a los empresarios para que sigan invirtiendo en está región. La idea es tener unas normas claras, un acompañamiento desde la Gobernación en el desarrollo de sus empresas. La mejor forma de sacar a la gente de la pobreza es teniendo crecimiento económico. Lo otro es la lucha frontal contra la corrupción, sacar a los corruptos, acabar con temas que se han vuelto tan populares como los contratos administrativos, que el gobernador los hace con el alcalde para que este se pueda robar una tajada. Lo tercero es luchar contra la delincuencia, apelando al civismo. Que la ciudadanía acompañe a la policía, le entregue información”.
Cada que se menciona eso, aparece un demonio, las Convivir...
“Eso es un demonio. Vincular a la gente con el tema de la seguridad no se puede confundir con el paramilitarismo. Mire. Un municipio de Antioquia. Llegan dos carros con placas de Cúcuta. Eso no es normal. Pero si no hay confianza en la policía, no se le cuenta que llegaron esos carros, con diez tipos. Es eso. No las armas, o que salgan a patrullar. En todo caso, lo que queremos es que la gente escoja la mejor opción”.