Antioquia

Luz Leidy Vanegas, su desaparición completa cinco meses

Periodista de la Universidad de Antioquia interesado en temas políticos y culturales. Mi bandera: escribir siempre y llevar la vida al ritmo de la salsa y el rock.

04 de junio de 2020

La angustia para la familia de Luz Leidy Vanegas se ha prolongado por más de cinco meses. Ese es el tiempo que ha pasado desde el primero de enero, cuando salió de su casa en Castilla y desapareció sin que las autoridades hayan podido dar con su paradero.

Son varias las voces que se han unido al clamor por pedir celeridad en la investigación del caso y que los allegados de Vanegas puedan tener tranquilidad. Los concejales Daniel Duque, Jaime Cuartas, Carlos Zuluaga, Dora Saldarriaga, entre otros, se han manifestado en sus intervenciones en la corporación. De igual modo lo han hecho otros colectivos en la ciudad.

Yesenia Rivera, su hija, impulsa desde el pasado primero de junio una especie de marcha virtual, que consiste en hacer eco del numeral #LaQueremosViva, compartiendo las fotografías de su madre para pedirles tanto a la Fiscalía como a la Policía que avancen en su investigación para esclarecer este caso.

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“Más que una ama de casa, se encuentra desaparecida una madre dedicada a sus hijos, una hermana, tía, prima, amiga. Una mujer superservicial y posiblemente víctima de un feminicidio, que nos tiene que doler a todos”, expresó Rivera a través de su cuenta de Twitter.

Lo poco que se sabe sobre Vanegas es que el primero de enero salió de su casa en Castilla, tras una discusión con su pareja sentimental, pero en los días siguientes no apareció y tampoco estaba en hospitales, Medicina Legal u otros sitios visitados por sus familiares y amigos.

Juliana Martínez, secretaria de las Mujeres de Medellín, manifestó sobre el caso: “Esperamos a Luz Leidy Vanegas. Nos unimos a su familia para pedirla de vuelta con vida. Oportunamente pusimos a disposición de su familia los servicios de la Línea 123 Mujer y hemos mantenido comunicación con la Fiscalía”.

Desde que tomó su billetera, le dijo “ya vengo” a su hijo de 16 años y salió de casa, han pasado 156 días. Una incertidumbre que ninguna familia debería vivir.