Pasó un mes del desastre de Dabeiba y damnificados esperan reubicación
Egresado de la U.P.B. Periodista del Área de Investigaciones, especializado en temas de seguridad, crimen organizado y delincuencia local y transnacional.
Ha transcurrido un mes desde que un desastre natural dejó una profunda herida en la población del municipio antioqueño de Dabeiba, y todavía los residentes cargan con la angustia de no saber para dónde irse ni dónde están cuatro personas desaparecidas.
En la noche del 13 de noviembre de 2020, las fuertes lluvias provocaron deslizamientos de tierra y avenidas torrenciales (cañadas que arrastran troncos y rocas) en las veredas Botón, El Moján, Dabeiba Viejo y Cajón. La furia de la naturaleza destruyó 67 casas y dejó averiadas otras 104; también produjo daños en tres instituciones educativas, 200 hectáreas agrícolas y 5.5 kilómetros de la vía Uramita-Dabeiba, según el reporte del Dagrán.
Quedaron heridas 22 personas y cinco murieron: Gabriel Lopera Higuita, de 88 años; Sandra Milena Gaviria Arango, de 19, y su hija Cataleya David Gaviria, de un año; María Marleny Zapata Lora, de 30, y su hijo Waldir Alexánder Zapata, de nueve.
Continúan desaparecidos otros dos hijos de la difunta María Marleny: Dilan Matías Zapata, de cinco años, e Ihan Santiago Zapata, de siete meses, residentes de la vereda El Mohán. Tampoco se ha dado con el paradero de Yenny Natacha Madrid Serna, de 46 años, ingeniera de la empresa bananera Unibán, quien fue arrastrada por la creciente súbita de una quebrada en la vereda Botón.
La desgracia asociada al mal clima de Dabeiba volvió a presentarse el 28 de noviembre, en la vereda San José de Urama. Una mujer, cargando a su bebé de nueve meses, trató de cruzar un puente artesanal sobre el río Urama, pero la estructura no soportó el peso y se derrumbó; la señora sobrevivió, pero el agua se llevó a su pequeño Jonathan Manco Manco, quien sigue desaparecido.
En entrevista con EL COLOMBIANO, el mayor Pablo Ocampo, subcomandante del Grupo de Rescate y Salvamento de la Policía (Ponalsar), relató que sus hombres recuperaron en el lecho del río Sucio los restos de un niño, pero que Medicina Legal todavía no ha determinado a cuál de los tres menores de edad pertenecen.
Añadió que las tareas de búsqueda de los desaparecidos finalizaron hace ocho días, cuando mediante un acto litúrgico en El Mohán, se declaró la zona del desastre como un campo santo.
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Buscando la reubicación
La vía Uramita-Dabeiba, que conecta a Medellín con Urabá, ya tiene paso habilitado a un carril, gracias a un arreglo temporal que realizó Invías, a la espera de una solución más definitiva a mediano plazo, pues las lluvias no han parado y sigue cayendo tierra a la calzada, que los obreros procuran retirar con prontitud.
El oficial informó que actualmente hay 267 familias damnificadas, que equivalen a 767 personas (90 de ellas son indígenas). En tres albergues continúan cerca de 300 personas, mientras que otras recibieron un subsidio de $350.000 para pagar arriendo en otros sitios.
Ocampo señaló que ahora las tareas se concentran en caracterizar a la población sobreviviente y hacer el Registró Único de Damnificados. “En esa tarea, nos dimos cuenta que había personas aprovechándose de la situación, fingiendo ser damnificadas para reclamar ayudas. Eso es un delito que se llama fraude de subvenciones (implica de cinco a nueve años de cárcel); ya sacamos a cinco personas de los albergues por ese tema”.
De igual manera, fue capturado un hombre que trató de abusar sexualmente de una damnificada, el cual quedó a disposición de la Fiscalía. Estas situaciones, además de la tragedia padecida, hacen urgente la pronta reubicación de estos ciudadanos.
En su visita del 26 de noviembre a Dabeiba, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez anunció que se estaba buscando un lote para esa reubicación. “La prioridad es garantizar una ubicación estable, digna para estas familias, en un sitio que les garantice recuperar muy pronto su proyecto de vida”, afirmó.
El alcalde Leyton Urrego comentó este domingo que todavía no se ha elegido el predio. “Estamos evaluando varias fincas para un proceso de compra, están ubicadas dentro del municipio, en un rango de 10 a 32 kilómetros de distancia del casco urbano. Dos de ellas nos interesan, ahora lo que sigue es hacer una visita con drones, geólogos y las distintas entidades que nos ayudarían en la compra, como el Dagrán, la Gobernación y la Presidencia”, afirmó.
En cuanto al estado emocional de los afectados, Urrego expresó que “hay personas muy tristes, por todo lo que pasó. Afortunadamente, hemos sentido la solidaridad de los antioqueños y contamos con el apoyo del gobierno regional y nacional. Tratamos de involucrar a los niños en recreación y EPM nos ayudó con el alumbrado navideño, que nos sirvió para levantar el espíritu un poco, aunque no nos olvidamos de quienes lo perdieron todo”.
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