Dos subestaciones de Policía en el Bajo Cauca fueron atacadas por el Clan del Golfo en una misma noche

Dos hostigamientos en contra de subestaciones de Policía en Cáceres y El Bagre, en el Bajo Cauca antioqueño, fueron registrados en la noche de este martes en Antioquia. Así lo confirmó el coronel Daniel Mazo Cardona, comandante de la institución en el departamento.

El primer episodio tuvo lugar hacia las 10:15 de la noche en el corregimiento Jardín de Tamaná, en Cáceres. Allí, un número todavía indeterminado de ilegales lanzaron una granada en contra de la estación y luego “le hicieron rafagazos de fusil”, según le dijo el coronel Mazo a EL COLOMBIANO.

“Pero el personal estuvo atento y pudo reaccionar. Tomó posiciones y empezó la defensa del municipio”, detalló el coronel. De esa forma, los policiales que se encontraban en la subestación tomaron control del casco urbano del corregimiento y evitaron una escalada del ataque.

Según el comandante de la Policía Antioquia, los uniformados salieron ilesos. Aunque se ha dicho que los responsables serían dos hombres, este sostuvo que apenas comenzaron las labores de identificación y búsqueda.

“Estamos a la espera de más información por parte de la comunidad, para ver cuántos eran y por dónde se movieron”, afirmó Mazo, tras adjudicarle el ataque a integrantes del Clan del Golfo.

Otro ataque en El Bagre

Este, sin embargo, fue el primero de los dos ataques que tuvieron lugar en la noche de este martes. El segundo fue en El Bagre, también en el Bajo Cauca, en el corregimiento de Puerto Claver.

Allí, sobre las 11:50 de la noche, dos hombres se les acercaron a dos policiales que patrullaban por el casco urbano del corregimiento, con el objetivo, dijo Mazo, “de hacerles el Plan Pistola”.

“Los atacaron por la espalda. Querían matarlos. Pero hubo una buena reacción”, acotó. El ataque se dio cerca de un caño del lugar, por lo que los delincuentes alcanzaron a darse a la huida. Pese a ello, minutos después, se registraron rafagazos en contra de la subestación de Policía.

“Los uniformados salieron ilesos”, aclaró el comandante. “Estaba oscuro. No hay capturas todavía. Empezamos a hacer los patrullajes y controles en los establecimientos y calles del corregimiento”.

Aunque los ataques no dejaron víctimas mortales, la zozobra en la subregión se acrecenta a diario en medio de las hostilidades lideradas por el Clan del Golfo. En la zona, además de estos, operan el ELN y reductos de Los Caparros.