Antioquia

El Metro necesita $100.000 millones para renovar estaciones

La empresa tiene un plan para modernizar su infraestructura accesible, pero carece de recursos y las quejas aumentan.

09 de enero de 2023

El Metro de Medellín tiene un hueco en su billetera que, además de impedirle comprar más trenes, lo obligó a hacer cuentas para mejorar su infraestructura accesible. Resulta que la empresa tenía un plan para modernizar sus instalaciones para personas con discapacidad, pero ese plan tiene un problema: cuesta 100 mil millones de pesos y, a hoy, no hay cómo pagarlo. A la par que la empresa se las ingenia para seguir adelante, crecen las quejas sobre los problemas de accesibilidad.

Esta semana apareció un video en redes sociales de un usuario que se quejaba por el supuesto desmonte de las salvaescaleras, es decir, las plataformas que ayudan a adultos mayores y personas con discapacidad a subir las escaleras. Ante esto, EL COLOMBIANO se comunicó con el Metro para conocer la realidad.

Diego Giraldo, gerente de Operaciones y Mantenimiento del Metro, desmintió que las salvaescaleras se estuvieran desmontando. “No es cierto que las estemos retirando y eso debe quedar claro. Lo que estamos haciendo es mantenimiento y para ello hay que trasladarlas. El proceso puede durar hasta 30 días”, precisó.

Hay estaciones, por ejemplo, donde estos aparatos se desgastan más rápido por un mayor uso. Es el caso de Bello, donde un gran número de personas con discapacidad van a la unidad deportiva Tulio Ospina. En esos casos se requiere de un mantenimiento más frecuente. En este momento, comentó el funcionario del Metro, están desmontadas tres salvaescaleras: en estaciones Tricentenario, Ayurá e Itagüí.

El asunto con estos procedimientos es que cada una de las salvaescaleras es diferente, lo que obliga a pedir los repuestos en el exterior. Un solo arreglo puede costar hasta 30 millones de pesos. Tampoco ayuda los ataques vandálicos a la infraestructura, como el que sufrió el ascensor de la estación Acevedo la semana pasada. Pero el problema de fondo, en realidad, es la falta de recursos de la empresa para cumplir con el plan de modernización, que pretende, entre otras cosas, la construcción de nuevos ascensores.

Quejas frecuentes

Santiago Franco es un usuario del metro que tiene movilidad reducida. El 3 de diciembre hizo parte de un plantón para exigir más accesibilidad en el metro, sistema que toma todos los días desde la estación Aurora del metrocable hasta Itagüí. “Las plataformas se dañan con frecuencia. Lo mismo ha pasado con el ascensor en la estación Poblado. La población con discapacidad tiene que padecer, por ejemplo, retrasos para llegar al trabajo, como me pasa a mí, que cualquiera de estos inconvenientes me hacen retrasar”, se queja Santiago.

Por su parte, desde el Metro dicen que están gestionando os recursos que permitan continuar con el plan de infraestructura. Lo cierto es que los problemas de accesibilidad siguen estando al orden del día.