En cintura, dueños de perros de raza peligrosa
A tenedores de mascotas como pitbull y bull terrier se les obligará a tener póliza y carné de esos animales. Multas por incumplimiento superan los $786.000
Periodista de la Universidad de Antioquia. Interesado en temas de tecnología y cultura. Disfruto del cine y la música.
La primera entrevista que hice, a los 8 años de edad y con la ayuda de mi padre, fue al futbolista Andrés Escobar. Desde ese día no he dejado de hacer preguntas, ni de amar el periodismo. Soy egresado de la Universidad de Medellín.
En seis días, cuando comienza a regir el Código de Policía, los dueños de mascotas potencialmente peligrosas tendrás que carnetizar los animales y tramitar póliza de responsabilidad civil.
Las respuestas se buscan por todos lados. ¿Son los perros de razas consideradas potencialmente peligrosas un riesgo para los humanos? Mientras la reflexión retumba en cada rincón de Colombia, una familia, en Medellín, llora la trágica muerte de un bebé de 14 meses de nacido al ser atacado por un pitbull.
El caso, sucedido en la tarde del pasado domingo al interior de una vivienda del barrio Kennedy, noroccidente de la capital antioqueña, tiene consternado al país, y de paso, invita a una nueva revisión de la ley sobre la tenencia de esos animales.
Para comenzar, se tiene que el Código Nacional de Policía y Convivencia, expedido por el Congreso de la República y que entrará en vigencia este 30 de enero, establece cuáles son las razas potencialmente peligrosas (ver gráfico) y contiene requisitos y reglamentaciones al respecto.
En ese sentido, el artículo 117 del Código ordena que en zonas comunes de propiedades horizontales o conjuntos residenciales, los caninos potencialmente peligrosos, irán provistos de bozal y el correspondiente permiso, de conformidad con la ley.
Andrés Tobón, subsecretario de Gobierno Local y Convivencia, entidad encargada de los accidentes generados por las mascotas de razas peligrosas, destaca de las nuevas normas la exigencia a los dueños de esos animales de registrarlos ante las autoridades municipales y adquirir una póliza de responsabilidad civil extracontractual.
“Servirá para poder generar un control efectivo sobre la tenencia de esos animales. Eso sumado a los controles que hay que tener como tenedor de una mascota de ese tipo: que no salga a la calle sin bozal, ni traílla para que no tengamos problemas en el espacio público y que garantice tener condiciones de seguridad propias con su mascota para evitar cualquier posibilidad de escape de esta, un asunto que también nos preocupa”, dice.
Actualmente la Alcaldía tiene una inspección ambiental encargada de los casos que se denuncian sobre agresiones de animales y maltrato de estos. Sin embargo, debido a los hechos reiterados de incidentes, se está trabajando con una dependencia anexa a la existente para que los ciudadanos se puedan acercar a ella, y hacer el registro de su mascota cuando se trate de una raza potencialmente peligrosa.
¿Se aplica la ley?
La implementación de los artículos sobre razas peligrosas, especialmente el que exige la carnetización y la expedición de un póliza de responsabilidad, es compleja.
Así lo acepta Verónica Cotes, secretaria (e) de Medio Ambiente de Medellín, quien asegura que, sobre el tema de tenencia de mascotas potencialmente peligrosas, el Código le da obligaciones a muchas secretarías de cada municipio, con las que la Alcaldía está empezando a trabajar articuladamente.
“La Secretaría de Salud y de Gobierno también están involucradas en el tema”, anota y agrega que muchas personas ya han preguntado por las pólizas, su valor y cómo se adquieren.
“Tenemos que articularnos más para dar información sobre las aseguradoras que entregan el seguro. Para el carné, la gente se tiene que acercar a la Secretaría de Medio Ambiente, que tiene a cargo la actividad. Analizamos el tema, porque este no se da sin la póliza y por eso miramos cómo estandarizamos el procedimiento”, agrega Cotes.
En Medellín, durante 2016, las autoridades recibieron cerca de 500 denuncias por episodios de agresividad con perros de razas potencialmente peligrosas.
Entre tanto, Tobón admite que esperan la reglamentación nacional, para aclarar cómo funciona la póliza de responsabilidad civil extracontractual.
“Que en asuntos tan dramáticos como el que se vivió con el ataque al bebé exista un fondo, una póliza que responda ante los terceros por los daños ocasionados por el animal”, acota.
Pero, ¿aún sin entrar en vigencia el nuevo Código de Policía, hay castigo para los tenedores irresponsables de mascotas?
La mayor Alexandra Arenas Correa, de la seccional de Protección y Servicios Especiales de la Policía Antioquia, explica que hoy, sin entrar en vigencia el Código, la regulación de estos casos está contemplada en la ley 85 y 1764, que habla de sanciones.
Enfatiza que el nuevo Código contempla una multa de hasta 786.898 pesos a tenedores de mascotas peligrosas que agredan a personas.
“Estos perros son potencialmente peligrosos, es como cualquier animal salvaje, que en cualquier momento puede llegar a atacar al ser humano”, apunta.
Razas o dueños peligrosos
Expertos y tenedores de perros, denominados de razas peligrosas, coinciden en afirmar que la clave para que uno de esos animales sea agresivo o no es la crianza.
Enrique Gómez tiene una perra pitbull, que convive con niños, hace cuatro años.
“A Lola, como se llama mi pitbull, le gustan los niños, los lame, juega con ellos. Yo, desde que estaba cachorra le halaba las orejas y la cola para que aprendiera a tolerar esas situaciones. Además, vive con un perro pequeño y nunca lo ha agredido, sin embargo, la saco con bozal y correa”, subraya.
Para Eugenio Henao Estrada, psicólogo diplomado en etología, revela que todas las razas son peligrosas, la diferencia es que los perjuicios que causa un perro pequeño no son los mismos que los que provoca uno grande, o de más de 20 kilos, y que tenga una mordida fuerte. Para Henao, si se revisa la ley, se encuentran incoherencias ya que se mencionan razas que no existen.
“Quien la ayudó a construir tenía un desconocimiento sobre ella. El problema de la ley es que discrimina por razas y no por individuos”, apunta y añade que “no se trata de estigmatizar razas, porque hay muchas que no son contempladas por la ley y están en la capacidad de hacer el mismo daño”, comenta.
Henao anota que está a favor de recurrir a medidas de prevención como el bozal, la correa y la póliza, pero asegura que primero se deben diagnosticar los perros para tomar la decisión correcta sobre en cuáles se deben aplicar esta prevención, porque las conductas de comportamiento están en gran medida asociadas a la crianza del animal y son distintas en cada perro, por esa razón prefiere hablar de individuos peligrosos y no de razas peligrosas.
Por su parte, para la veterinaria etóloga Carolina Alaguna, si la cuestión es precisar cuáles razas son potencialmente peligrosas, entonces serían todas, desde un perro pincher hasta el llamado pitbull.
“La ley lista unas razas en las que todas tienen como características comunes que son animales grandes y de mandíbula fuerte, por esta razón los listaron, porque una mordedura de un perro de esas razas que menciona la ley no es igual a la de un perro de una raza pequeña o mediana”, señala.
Alaguna aclara que no se pueden estigmatizar la razas, y prefiere llamarlas razas fuertes: “no todos los pitbull o bull terrier son peligrosos, porque la agresividad tiene causas orgánicas —por dolores o enfermedades— y de comportamiento, y por lo tanto puede presentarse en todas la razas”.
Prevención mundial
De acuerdo con el etólogo Juan Camilo González, la historia de las legislaciones que previenen sobre el peligro que representan estos perros, empieza en Inglaterra y se incluyen únicamente cuatro razas. Luego, anota, se añaden razas distintas a medida que se expanden a otros países. Llega a Francia, Alemania y posteriormente a España, que es la base de la que se hizo en Colombia.
“Cuando se presentan casos como el del menor en Medellín hay que evaluar qué desencadenó la agresividad, revisar la socialización del animal, si ya había dado indicios, si su educación fue basada en castigos y corrección física, algo que provoca que los perros sean menos tolerantes a mucha situaciones”, concluye González.