VIDEO | Peleas, gritos y desorden marcaron debate para decidir futuro de la venta de UNE
La sesión se centró en la inhabilidad que tendría el concejal Lucas Cañas para votar la propuesta, tras conocerse que su padre tiene negocios en el sector minero energético.
El debate de este jueves para determinar si se aprueba revivir el proyecto de la venta de las acciones que EPM conserva en UNE comenzó caliente. Como se preveía, varios de los corporados se dedicaron el inicio de la jornada a cuestionar a Lucas Cañas, presidente del Concejo, porque consideran que estaría impedido para votar porque se conoció que su padre es el dueño de una empresa del sector minero energético.
Desde las graderías también se escucharon arengas a favor y en contra de quienes tomaban la palabra, mientras que varios policías estaban en el recinto para evitar una situación como la vivida este miércoles, cuando las peleas entre unos y otros terminaron en el levantamiento de la sesión.
Incluso, a Cañas le llegó una solicitud de recusación por el tema de su padre, a lo que respondió que no la aceptaba. “No acepto su recusación y no acepto la recusación del particular”, dijo Cañas, refiriéndose al abogado Sebastián Acosta, que poco antes había radicado una recusación. Y argumentó Cañas que su papá no está en el negocio de las telecomunicaciones, como lo es la empresa UNE.
“Nunca, en ningún momento ha contratado con EPM ni con UNE”, dijo el concejal sobre los negocios de su padre. “Tengo que decirlo, porque la degradación del debate nos lleva a eso, pero lo quiero decir y es un asunto de mi vida personal: hace dos años no me hablo con mi padre”, agregó.
Así las cosas, Julio González, quien asumió como presidente mientras Cañas resolvía el tema de la recusación, pidió someter a votación de la plenaria la solicitud para recusarlo. Y entonces, otros concejales manotearon, gritaron, se pararon y la situación se volvió un desorden, tanto, que los ciudadanos invitados también se sumaron desde las gradas a favor y en contra de Cañas.
Posteriormente, se procedió a dar voz a los distintos concejales para que expusieran sus posturas y algunos dijeron que era necesario dar tiempo al personero de Medellín, William Yeffer Vivas, para que se diera un concepto más profundo sobre la legalidad y los argumentos jurídicos para aprobar la recusación.
La concejala Dora Saldarriaga pidió a EPM que informe si ha tenido algún tipo de negocio o relación contractual, por ejemplo, como proveedor, con la empresa del padre de Cañas.
En este momento avanza el debate entre las diferencias de posiciones en el que ha sido uno de los debates más polémicos de este periodo en el Concejo, todo, por cuenta de la desconfianza que ha generado el alcalde Daniel Quintero en varios corporados, razón que argumentan para no aprobar la venta de las acciones.
Por su lado, desde la administración municipal mantuvieron el mensaje de que el proyecto se hundiría e, incluso, dijeron que es la última vez que intentarán que sea aprobado.
El debate sobre el impedimento de Cañas se prolongó por más de dos horas y finalmente 16 concejales aprobaron la recusación, con lo que el presidente de la corporación no pudo votar, pese a insistir en que tal inhabilidad no existía.
Sin el voto de Cañas y el de Carlos Ríos el Concejo no resucitó la solicitud de la Alcaldía de Daniel Quintero para reconsiderar el estudio del proyecto. El resultado de la votación hubiera sido diferente con tan solo un voto más a favor de la propuesta de la administración local, pues diez concejales votaron en contra y nueve que sí.