En Medellín nace nueva facultad de Medicina
Universidad EIA y Hospital Pablo Tobón Uribe ofrecerán el programa a partir del próximo año a 84 alumnos.
Macroeditora Local. Periodista de la U. de A., con especialización en Periodismo Urbano de la UPB. Mi vocación está en lo público. Por eso elegí ser periodista, para darles voz y rostros a las historias que merecen ser contadas.
Un sueño compartido de dos instituciones, un objetivo claro de trabajo conjunto para sacar adelante la idea y la decisión de mantenerse en el proyecto, pese a las dificultades propias de más de 6 años de gestiones, hacen parte de la historia que tienen para contar hoy la Universidad EIA y el Hospital Pablo Tobón Uribe (HPTU) en el lanzamiento de su nueva Facultad de Medicina.
El programa, que iniciará a partir del próximo año con 84 estudiantes, ya tiene el permiso de los Ministerios de Salud y Educación nacional para formar profesionales con una visión humanizada de la Medicina y con amplios conocimientos en el campo de la ciencia y la tecnología, “el médico del futuro”, en palabras del rector de la Universidad EIA Carlos Felipe Londoño.
“En el origen de este sueño nos preguntábamos cómo hacer Medicina en un sector como el de la Ingeniería, teniendo en cuenta que formamos desde hace 21 años personal en biomedicina pero eran ingenieros. No queríamos abrir programas de salud por que sí. Queríamos ser estratégicos. Y por eso si lo hacíamos debía ser en alianza con una institución de alta excelencia y no había otra como el Hospital Pablo Tobón Uribe”, relata el rector Londoño.
Pesaba en ese objetivo el hecho de que a los programas de Medicina en las universidades de la región aspiran cerca de 20.000 personas y tan solo ofrecen 1.000 cupos.
“Era importante, entonces, pensar en el paciente y los retos que van planteando las nuevas realidades para ajustar esa formación. Esta alianza nos permite nutrir con ciencia y tecnología al médico del futuro y afianzar un esquema de aprendizaje entre el Hospital y la EIA”, agrega el rector.
Currículo oculto
Para Andrés Aguirre, director del HPTU, bajo esta alianza se consolida un proceso que comenzó años atrás: “Fuimos la primera institución en formalizar un hospital universitario, pero nos faltaba hacerlo a través de una universidad específica y ahora es el momento”.
Aguirre agrega que desde hace una década y media, como parte misional de la institución, se trabaja en la transmisión del conocimiento porque más allá de prestar el servicio está la formación del personal y de ahí la idea de impulsar estos procesos.
“Para cualquier médico del presente y el futuro, es fundamental ser académicamente bueno. Segundo, que sean humanistas. Tercero, que tengan un criterio ético muy sólido y cuarto que conozcan a su vez la influencia positiva que van a tener no solo sobre personas y comunidades sino en un sistema que pretende dar atención y salud a los colombianos”, explica Aguirre.
Pero además, la posibilidad que tendrán los estudiantes desde el primer semestre de aprender de la mano de un grupo de 600 médicos de alta especialidad, acompañados de un grupo multidisciplinario del que hacen parte nutricionistas, sicólogos, enfermeras, trabajadores sociales, entre otras personas que laboran en un hospital como el Pablo Tobón Uribe. “Que conozca como funciona el sistema de atención y servicio. No debe estar aislado. Es una labor en equipo porque no debe ser un ejercicio individualista”, explicó el director Aguirre.
En esa misma línea agregó, que “hay un concepto muy importante que se conoce como currículo oculto, que son esas enseñanzas que no están en los programas formales. El estudiante aprende más de quien le transmite el conocimiento. Con la EIA a través de ese currículo oculto vamos a hacer una formación transformadora”.
Sin afanes
Ambos líderes de los grupos que hicieron posible esta nueva facultad de Medicina coinciden en afirmar que este proyecto se hizo “sin pausa, pero sin atropellar el tema”, como lo describe Londoño.
“Nos encontramos en unos principios y valores que nos mueven a ambas instituciones. Y no era fácil asimilar el proceso. Pero aquí fue fundamental el trabajo en equipo para ir construyendo, revisando, mejorando la propuesta, hasta alcanzar lo que tenemos para ofrecerle hoy a la comunidad”, señaló el rector de la EIA.
Aguirre lo interpreta como “un nacimiento deseado, programado, en el que no cabe la improvisación. Antes de tomar cualquier decisión hicimos un análisis de las capacidades del Hospital, de las fortalezas, de los factores críticos de riesgo. Y solo cuando tuvimos esa claridad, la junta directiva dio vía libre para esta alianza” .