Covid-19 también frenó proyectos urbanos
El aislamiento nacional obligó a parar varias obras que estaban en marcha en Medellín y cuyo futuro ahora es incierto.
A los que creen que la emergencia por el coronavirus no es tan seria y que hay exageración mediática con el tema hay que aclararles que el impacto es grande y se refleja en todos los ámbitos, entre ellos las obras de infraestructura que, privadas y públicas, debieron parar, inicialmente hasta el 13 de abril.
Les echamos un vistazo a cuatro de Medellín que están en ejecución, pero que a raíz del decreto presidencial del aislamiento debieron detener la marcha de su construcción, sin que aún se tenga claro cuáles serán los impactos económicos y los retrasos que sufrirán con la suspensión. Son estas: Parques del Río etapa 1B, el metrocable Picacho, la Ciudadela Universitaria y una intervención en la carrera Palacé que estaba recién iniciada.
Al respecto, la secretaria de Infraestructura de la alcaldía, Natalia Urrego Arias, explicó que el confinamiento por la covid-19 tiene efectos inmediatos sobre la construcción de obras de infraestructura, las cuales, en su mayoría, debieron parar para cumplir con la normatividad.
“Estamos actuando en concordancia con el Decreto Nacional 457 sobre el Aislamiento Preventivo Obligatorio. Para Medellín hay casos en los que nos aplica el artículo 3 numerales 18 y 31, que permiten que algunas obras sigan, pues si se suspenden, generan riesgos mayores para la ciudadanía”.
Urrego Arias indicó que en la ciudad son muy pocas las obras que se ajustan a este criterio y que, en consecuencia, la mayoría están paradas, sin que se conozcan las fechas de reanudación, mientras algunas trabajan en el mínimo porcentaje.
“Las de este caso adelantan actividades puntuales, las estrictamente necesarias que mitiguen el riesgo para la ciudadanía, como Parques del Río, el corredor del Tranvía de la 80 y el metrocable del Picacho”. Las obras en Palacé sí están suspendidas en su totalidad.
César Hernández, experto en planeación urbana, señala que al pararlas hay que ser cuidadosos de no ir a generar detrimentos patrimoniales del presupuesto público, pues pese al decreto nacional, los contratos se firman entre dos partes, la alcaldía y el contratista: “Esas paras generan lo que se conoce como permanencia de obra y cada para es un sobrecosto”, señala Hernández.
Indica que contratos con avances de obra del 30 % o superiores al 90 % son suspendibles, pero en otros porcentajes una para genera mayor permanencia de obra y los contratistas podrían hacer reclamaciones. “Hay que preguntar si hay salvaguardas de respaldo a las afectaciones que puedan generar las paras”, afirma.
La Secretaría de Infraestructura, por haber tenido que frenarlas abruptamente, busca despejar dudas sobre qué tanto se impactarán los cronogramas. Por ahora siente que se ajusta a los lineamientos del aislamiento preventivo.