Comercio también apeló a guantes y tapabocas
Centros comerciales de Medellín cerraron más del 90 % de sus tiendas. Estas son las medidas sanitarias que están tomando.
Periodista. Amo viajar, leer y hacer preguntas. Me dejo envolver por las historias.
El pasado domingo, en medio de la cuarentena por la vida, Manuela González, ama de casa, caminó casi tres kilómetros para hacer un mercado para su familia. Al mediodía llegó al centro comercial Arkadia -más cercano a su vivienda- pero se llevó el susto de la vida cuando un vigilante con tapaboca y guantes la frenó y le apuntó a la cabeza con un dispositivo.
“Disculpe señora, tenemos que tomarle la temperatura para poderla dejar ingresar”, le dijo el hombre justo antes de abrir los ojos, alejarse nervioso y llamar, en voz baja, a uno de sus compañeros, al que le pidió otro termómetro externo, porque el resultado que había obtenido le parecía preocupante: más de 41 °C.
Manuela no pudo evitar ponerse nerviosa. Por su cabeza pasaban escenas de películas en las que brigadas sanitarias retienen a la gente y se la llevan, pero en pocos segundos reflexionó sobre lo absurdo de su idea. Respiró hondo y le explicó al señor que había caminado tres kilómetros bajo el sol y que ni ella ni nadie de su familia estaban enfermos.
Tres minutos después el vigilante repitió la prueba y sonrió aliviado. Le dio gel antibacterial y le permitió el ingreso por la zona de parqueaderos, la única habilitada para los clientes del supermercado, las farmacias y los bancos, únicos establecimientos que siguen abiertos en ese centro comercial del occidente de Medellín.
Comercio con restricciones
EL COLOMBIANO consultó con los centros comerciales de la ciudad y se encontró con que el panorama en los centros todos es similar: más del 97 % de los establecimientos están cerrados, y solo se mantienen abiertas los locales que comercializan elementos esenciales: alimentos, artículos de aseo y medicamentos.
Juan Santiago Elejalde, gerente de Los Molinos, explicó que el 80 % de los empleados del centro comercial están teletrabajando y algunos otros, encargados de aseo, vigilancia y otras actividades, están laborando con horarios escalonados. “Incluso vamos a anticipar algunas vacaciones, amparados en la Circular No. 021 del Ministerio de Trabajo”, dijo.
Agregó que en el centro comercial no se permite la entrada de más de 50 personas, se les pide usar tapabocas y se ubicaron dispensadores de gel antibacterial en la única puerta de la entrada y salida que quedó habilitada. Esas disposiciones, aclaró, no rigen para la IPS de Sura que funciona dentro del centro comercial y donde hay manejos diferenciales, según la gravedad de los pacientes que llegan.
En los centros comerciales Florida, Mayorca, Santa Fe y El Tesoro siguen funcionando las tiendas básicas (supermercados, farmacias) y las sedes de las entidades financieras, además de restaurantes que despachan a domicilio. Los tres tienen habilitadas pocas entradas e intensificaron las jornadas de desinfección de pasamanos, puertas y ascensores, entre otras superficies de alto contacto.
En el caso de Mayorca, además, se empezaron a implementar restricciones, puesto que en Sabaneta empezó a regir el pico y cédula, que regula los días autorizados para salir a compras, de acuerdo con el número de la cédula.
Y El Tesoro, además, habilitó habilitó en su página web un espacio para charlas virtuales, talleres y conferencias dirigidos a niños y adultos.
Mercados restringidos
El Éxito informó que aunque no restringe el acceso, sí habilitó horarios especiales para adultos mayores y mujeres embarazadas.
“Los empleados en tiendas tienen guantes, tapabocas y ayer empezamos a entregarles gafas acrílicas. También implementamos un sistema de rociado de agua con hipoclorito en las cajas y tenemos dispensadores de gel antibacterial”, explicó Carlos Mario Giraldo, presidente del Grupo Éxito.
En redes sociales la usuaria Erika Martínez informó que en el almacén Merkepaisa de Sabaneta estaban permitiendo solo el ingreso de 15 personas, y que los empleados estaban usando tapabocas y guantes.
Durante un recorrido por las comunas 1, 3 y 16 de Medellín, este diario encontró que los supermercados barriales están restringiendo el acceso de compradores para no violar el tope de aglomeración fijado en 50 personas por el Gobierno Nacional.
Alcides Gómez, propietario de una tienda de frutas y verduras, explicó que la única preocupación en su local es la afluencia de domiciliarios sin las debidas protecciones. “Vienen los muchachos de las aplicaciones, casi todos sin tapabocas. Pedimos que se laven las manos porque están en la calle manipulando billetes”.
Uno de ellos, que pidió omitir su nombre, aseguró que no están usando esos elementos de protección porque el aplicativo para el que trabaja no se los suministra, y en las farmacias no se consigue.
“Yo prefiero salir sin nada a morirme de hambre”, dijo .