Cierre de puente en balneario pone en jaque la economía de Alejandría
Daño en estructura repercutió en referente turístico del municipio, del cual depende cerca del 70% de la economía.
Periodista de la Universidad de Antioquia. Al igual que Joe Sacco, yo también entiendo el periodismo como el primer escalón de la historia.
A una habitante de Alejandría a la que se le metió la idea de construir un espacio turístico en la calurosa vereda san Antonio de esa localidad al que bautizaría Salsipuedes. Sin embargo, con el daño que tiene cerrado el puente del balneario Nudillales –que conecta a otros sectores del municipio– está pensando en cambiar el nombre de su proyecto a “Entrásipuedes”.
“Antes pagaba $600.000 por un viaje de adobes desde Medellín hasta mi predio. Ahora, me toca pagar de Medellín hasta la cabecera del puente los mismos $600.000; pero a eso súmele otros $900.000 porque con el puente dañado me toca pagar quien baje los materiales del camión y me los suba a lomo de mula en pleno 2022. Es decir, estoy pagando casi el triple”, explicó la vecina, quien prefirió reservar su nombre.
Debido a la fuerza del agua que pasa debajo de ella, la estructura de más de 50 años –por la que se conectan las veredas Tocaima y San Pedro con el casco urbano de Alejandría– resultó afectada pese al paso lento de las aguas, así como uno de sus diques.
El asunto más preocupante (aparte de la incomunicación de varias familias alejandrinas y de varias fincas ganaderas) es que el daño del puente también obligó a cerrar al balneario Nudillales, uno de los más emblemáticos sitios turísticos de la localidad del Oriente antioqueño y el mismo que impulsa cerca del 70% de la economía local.
Según William Velásquez Guarín, representante legal de la asociación de comerciantes Asocobal, el atractivo estuvo cerrado desde el 16 de mayo por 11 semanas, luego de que el comité de gestión del riesgo municipal así lo decretara justo al inicio de la temporada alta de mitad de año. Este fue otro golpe a las finanzas tras la pandemia.
“Nudillales es la vitrina turística de Alejandría. Si bien aquí hay otros atractivos, el balneario es el referente que jalona. Por eso, alrededor de él se maneja una economía distributiva que beneficia a todos los negocios. Con el puente cerrado, y a la vez el balneario, la gente dejó de venir y todos quedamos afectados”, dijo Velásquez, quien agregó que cada fin de semana con Nudillales cerrado Alejandría perdió cerca de $200 millones.
Alcances del daño
De acuerdo con un vocero designado por la Alcaldía de Alejandría cuando este medio visitó la zona, tras un estudio hecho por el Dagran, se concluyó que el puente de Nudillales se debe demoler y reemplazar por una nueva estructura.
Para ello, según dijo el funcionario, las gestiones de la alcaldesa Sor María Ocampo se han enrutado a la realización de los estudios para conocer como se realizarán ambas tareas. Aún así, el vocero explicó que sin las conclusiones de estos no se puede conocer el valor de la demolición y de la nueva estructura aunque señaló que ya se están buscando los recursos.
“La Gobernación tiene la intención de colaborar con el municipio para lograr cofinanciar la construcción del puente, ya que también están afectadas las cerca de 15 familias de las veredas. Estamos esperando que la conclusión de los estudios así como la demolición del puente se den antes que se acabe este año, y así iniciar la construcción del nuevo puente en 2023”, agregó.
Les tocó hacer puente
Conscientes de que con el balneario cerrado el municipio naufragaría y que, pese a la buena voluntad de la administración, la demolición y la nueva estructura tomaría mucho tiempo, los comerciantes tuvieron que hacer un esfuerzo extra y sacar plata de donde pudieron para ellos mismos hacer las obras.
“Con recursos de Asocobal se hizo un puente peatonal provisional que valió cerca de $17 millones. A eso hay que sumarle los estudios de gestión del riesgo, de desembalse y de creciente súbita, entre otros, que valieron $4 millones. Asumimos ese costo porque si nos ponemos a esperar que el gobierno ejecute una obra de estas... mejor dicho nos quebramos”, apuntó uno de los comerciantes.
Eso sí, todos reconocen el papel que tuvo la alcaldía para agilizar los planes de contingencia ante Cornare y el Comité Municipal del Riesgo, lo que en parte permitió que se aprobara el uso del puente provisional, la reapertura del balneario hace 15 días y la reactivación económica.
“Estamos en temporada fría y aún así viene gentecita. Cuando el puente estaba bueno venían cerca de 500 a 600 personas por fin de semana, ahora vienen entre 150 a 200 personas. Ahí nos vamos yendo”, agregó Velásquez.
Por ahora, en Alejandría han aprendido que no se pueden poner “todos los huevos en una canasta” y que en un territorio con capacidad de ofrecer turismo de aventura, ecoturismo e incluso turismo rural solo se centre en un único atractivo turístico.