Balance de fotomultas alienta el debate de impacto en Medellín
En 2019 hubo 407.272 infracciones de este tipo. Más del 30 % es por exceso de velocidad.
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Un día cualquiera en la capital antioqueña se registran, en promedio, 1.219 fotomultas. Así quedó evidenciado luego del reciente balance de la Secretaría de Movilidad que detalló que, solo en 2019, las 40 cámaras de fotodetección de la ciudad sumaron la nada despreciable cifra de 407.272 infracciones.
La cifra es un 10 % menos con relación a 2018, cuando se registraron 455.767 infracciones, pero es mayor que la que se registró en 2017 (377.000), lo que muestra que aún no se puede hablar de una tendencia o de una apropiación cultural para evitar la multa.
Un dato adicional agudiza el debate: del total de multas impartidas vía cámaras de fotodetección, cerca de una tercera parte, el 30,9 % para ser más exactos, son por exceso de velocidad en vías neurálgicas de la ciudad como la avenida Regional, la Autopista Sur, la vía Las Palmas, la carrera 80 o las calles 10 y 33.
Opiniones divididas
Para el profesor Gustavo Cabrera Arana, doctor en salud pública y especialista en seguridad vial, que buena parte de esas cifras de fotodetección en Medellín sean por exceso de velocidad es un buen síntoma porque revela que se está ejerciendo control en el factor más importante que hay para evitar la mortalidad.
“El gran enemigo de la vida humana en las vías es la velocidad y está muy bien que se ejerza control sobre esa conducta de riesgo porque a mayor velocidad hay una mayor severidad en las lesiones. La tolerancia con los infractores en las vías, sean peatones, ciclistas, motociclista o conductores de carros debe ser cero y ese control que ejercemos es poco para la necesidad que tenemos porque hay muchos infractores”.
El académico añade además que la problemática del respeto a las normas de tránsito debe ser una mezcla entre control y educación, como sucede con todo problema de salud pública, por lo que no se puede bajar la guardia.
“Sin el control que se ejerce con agentes de tránsito o con recursos electrónicos, como es este caso, no se puede mejorar en seguridad vial. El control es indispensable en una sociedad como esta que tiende a desconocer la norma, pero claro que debe ir unido a la educación y el cambio cultural”, concluyó.
Por su parte Iván Sarmiento, director del grupo de Investigaciones en Vías y Transporte de la Universidad Nacional, sede Medellín, explicó que en su concepto son pocas las infracciones si se tiene en cuenta que en la ciudad se realizan cada día más de un millón de viajes sumados los carros y las motos.
“Por cada 1.000 viajes hay uno que recibe una fotomulta y eso es realmente es bajo. Obviamente son más los que cometen infracciones en las vías, pero esas son las que detectan las cámaras”, analizó.
Para el experto, la clave radica en que haya una reeducación para los conductores y que se fortalezca la alianza por la seguridad vial para que desde las empresas se haga labor pedagógica y los empleados se accidenten menos.
Fabio Giraldo, experto en movilidad y presidente de la Asociación de Centros de Enseñanza Automovilista de Antioquia, fue crítico con el enfoque de la Secretaría de Movilidad que, a su juicio, se enfoca en la sanción y hace poco por prevenir los accidentes.
“Hay una falla estructural desde hace más de 20 años de la forma de comunicar en la Secretaría de Movilidad. Tiene que ser una política cero incidentes y cero infracciones y apuntarle a la prevención en las vías. La infracción es el principio del incidente”, dijo.
Nuevo enfoque
Carlos Cadena Gaitán, secretario de Movilidad de Medellín, le dijo a EL COLOMBIANO que dentro de los objetivos de su despacho una de las prioridades es implementar la Visión Cero, un proyecto de seguridad vial que inició en Suecia en 1997 con el objetivo de reducir las víctimas mortales en accidente de tránsito, que ha sido adaptado en varios países (Suiza, Alemania, Francia, entre otros).
“Tenemos que revisar las recomendaciones existentes que tiene el Ministerio de Transporte, mirar las estrategias de seguridad vial que venían implementándose en la administración pasada y agregar las nuestras”, explicó Cadena.
La idea es enfocar la estrategia en la prevención sin dejar de largo el control y los puntos críticos de accidentalidad. En otras palabras trabajar por lo importante sin descuidar lo urgente .