El remedio en otros municipios agravó el problema en Copacabana, donde han aumentado los habitantes de calle
En este municipio del norte del Valle de Aburrá, las personas bajo esa condición se incrementaron de 29 a 64 en el último periodo.
El aumento de los habitantes de calle en el municipio de Copacabana, en el norte del Valle de Aburrá, es alarmante, pues pasaron de 29 que había el año pasado, a 64 en la actualidad, y esto representa un incremento del 120%.
Ni siquiera han valido los operativos para quitar los cambuches de la vía pública y la intensificación de las labores para canalizar a las personas que conforman este grupo poblacional con necesidades especiales hacia programas institucionales.
Del total de personas en situación de calle, 60 son hombres y solo 4 son mujeres, según las estadísticas que se han podido llevar desde las dependencias de la administración municipal.
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Resulta que lo que ha buscado ser el remedio en otras partes se ha convertido en el agravamiento de la situación en este municipio, pues la evidencia indica que a medida que se han aumentado los operativos de control en el resto de la jurisdicción metropolitana, se ha producido el desplazamiento de los habitantes de calle hacia el territorio de Copacabana. A ello también habría contribuido la ubicación geográfica, por estar la localidad entre dos importantes ejes viales. Y lo anterior se ve agravado con la tendencia de los copacabanitas a dar limosnas.
“Los operativos que se realizan en los municipios de Barbosa, Girardota, Bello y Medellín y los demás que hacen parte del área metropolitana para hacerles control a los habitantes de calle, generan que se movilicen y que algunos se asienten en nuestro municipio y debamos crear estrategias para poder apoyar a la resocialización de estas personas”, apuntó el secretario de Desarrollo y Bienestar Social, Sebastián Gómez.
Hasta ahora, la administración municipal ha enfrentado la proliferación de habitantes de calle con actuaciones como las cuatro jornadas de embellecimiento que se han hecho en puntos estratégicos, las cuales han consistido en el desmonte de cambuches, limpieza de zonas intervenidas y la labora de concientización a la población que está en esta situación.
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Fuera de eso, la Administración realiza operativos para informarles sobre la oferta institucional disponible y la ruta de atención, dando como resultado que varios de ellos hayan iniciado el proceso de resocialización y desintoxicación (en caso de consumo de sustancias psicoactivas).
El programa de Atención a Habitantes de Calle en Copacabana consta de tres etapas: prevención, acompañamiento durante el proceso de desintoxicación y egreso.
En la primera etapa hay actividades de concientización y formación, tales como talleres, charlas y acompañamientos en instituciones educativas para prevenir el consumo de sustancias psicoactivas.
Luego viene un proceso de desintoxicación para los que han caído en el mundo de las drogas. Para ello, la administración firmó un convenio con la Fundación Valientes.
Y después, un tercer paso corresponde al periodo de egreso, en el cual también hay acompañamiento a la persona y a su familia, con el fin de estar pendientes de posibles recaídas.
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El objetivo es lograr que alcancen la motivación y adquieran herramientas para que se reincorporen de nuevo a sus hogares, restablezcan sus proyectos de vida y recompongan su círculo social.
La Alcaldía también habilitó una línea telefónica para que atender inquietudes o denuncias con relación a este tema. Es el celular 3011256778.
Sabaneta es otro municipio que en los últimos meses ha reportado un incremento en la problemática de los habitantes de calle. En un informe reciente que publicó EL COLOMBIANO, se recogieron testimonios de la llegada de entre 5 y 10 mendigos a un establecimiento público, con la consabida incomodidad para la clientela. Los martes, el día en que la gente de otros municipios se vuelca más hacia esta localidad para rezarle a María Auxiliadora, lo mismo que los fines de semana, esa cantidad de menesterosos puede subir hasta las 20 personas.
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Pero tal vez el problema se ha agudizado mucho más en Medellín, donde existen cálculos según los cuales la población habitante de calle casi se ha triplicado, pasando de 3.000 personas a más de 8.000.