Serenata, el programa de TV más antiguo del país, que se emite por Teleantioquia, y que le pone música a los fines de semana de los antioqueños, pudo dejar de cantar por falta de financiación. Igual le iba a pasar a muchos otros de carácter educativo y cultural producidos por canales públicos del país.
Así sería de haberse aprobado el proyecto de Ley 174, hundido este martes en un debate de la comisión sexta conjunta de Senado y Cámara. Por ahora están salvados y tienen recursos para funcionar.
Los colombianos podrán seguir viendo La Cimarrona en Telecafé, Conectados en CaliTV, Fractal en Canal 13, Morning Show en Teleíslas y Débora en Teleantioquia.
Así sucedió
Ese fue el desenlace para un proyecto que en principio buscaba fortalecer el sector simplificando los organismos de control, pero terminó amenazando su supervivencia.
La propuesta presentada al Congreso por el ponente Mario Fernández Alcocer, que según el Gobierno modificó sustancialmente la idea inicial, recibió fuertes críticas en la última semana, después de una carta de los nueve canales públicos.
Tuvo eco, sobre todo, en redes sociales, porque ponía en riesgo el presupuesto que ha financiado la televisión estatal y regional, creaba un fondo único y afectaba la independencia del sector público.
Ante la inconformidad de varios gremios, el Gobierno decidió radicar el retiro del proyecto. Juanita Rodríguez, ministra encargada del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTic), envió una carta a la comisión solicitándolo porque “atentaba contra la industria de la televisión pública en Colombia”.
No es un asunto menor y hay argumentos para asegurar por qué vale la pena apostarle a la televisión pública.
Ángela Mora, directora de la Autoridad Nacional de Televisión (ANTV), destacó que solo Señal Colombia tiene 91 nominaciones al India Catalina y ha cosechado 30 premios, lo que lo pone como una de las plataformas televisivas más importantes del país. “Ojalá todas las cosas que se estuvieran acabando fueran tan buenas”. Lo dijo con ironía, contra los ponentes del proyecto que argumentaban que había una crisis en la televisión pública. Terminó diciendo: “Quiero decirles que no está agonizando”.
Tiene razón, no está en sus últimos episodios. No en este momento, cuando al proyecto solo le basta formalizar el retiro. Le quedará al próximo gobierno, explicó el representante Víctor Correa., dar el debate sobre el regulador convergente (un solo organismo que controle). Deberá ser con más calma y otros guiones
$123
mil millones menos tendría la TV pública para 2019 si se hubiera aprobado el proyecto.