La sala de nuestra casa puede tener una atmósfera de felicidad. Lo mismo que la cocina o las habitaciones. Si bien no podemos permanecer ajenos a las tendencias, las vemos, las usamos y por momentos las criticamos, mas allá de lo que se ve bien o mal según la industria, a la hora de decorar un espacio, lo más importante es que nos haga sentir bien. Esta es la idea de la diseñadora industrial, especialista en diseño interior, Camila Galindo, quien le dio a EL COLOMBIANO algunos consejos para lograrlo.
El terciopelo: suavidad garantizada
Una de las telas que se impone este año es el terciopelo. Transmite tranquilidad y queda perfecto como textura de los muebles de la sala o en los cojines que le acompañan. Una tela que llama la atención a la vista y que al tacto es muy suave.
El marmol: una textura visual
Este material, perfecto para el piso o las paredes, es tendencia por su textura. No es necesario que sea real, se puede simular con papel de colgadura. “Cuando tocamos el marmol es frío, lo que contrasta perfecto con los muebles de terciopelo”, expresa Camila, quien también es gerente de visual merchandising para Boconcept Área Andina.
El lino y su frescura para habitaciones
Galindo aconseja llevar texturas suaves a los dormitorios como las que entregan los linos o las panas aterciopeladas “que no generan tanto calor”.
Las maderas roble y nogal: presentes
Para cualquiera de los espacios del hogar. El roble claro combina perfecto con el blanco, mientras que el nogal va bien con el gris. “Se pueden usar en cualquiera de los espacios, lo que genera la diferencia es la textura de los materiales y los colores”, indica Camila.
El verde debe estar en todas partes
El color que transmite felicidad y que debe estar siempre presente: el de la naturaleza. Combina con cualquier estilo y se puede llevar en cojines con prints o papel de colgadura que hagan alusión a hojas, paisajes o montañas. También se pueden usar plantas reales que decoren