En un parpadeo internet cambió varias dinámicas, entre ellas la de los medios de comunicación. Muchos, especialmente del mundo impreso, ahora atraviesan una crisis económica y reputacional; y no hay un camino trazado para recorrer. La hoja está en blanco.
Para mantenerse a flote cada uno busca una solución a partir de sus contextos y experiencias. Es por esto que el periodista, escritor y consultor catalán Ismael Nafría, quien ha trabajado en la creación de proyectos digitales periodísticos por más de 20 años, escribió el libro La reinvención de The New York Times: Cómo la ‘dama gris’ del periodismo se está adaptando (con éxito) a la era móvil durante su estancia de un año en el Centro Knight para el Periodismo en las Américas de la Universidad de Texas en Austin.
La transparencia del periódico estadounidense, que tiene 108 Premios Pulitzer en su haber desde 1851, le permitió a Nafría explorar sus entrañas y develar las razones de su actuar, delinear la anatomía de su transformación digital.
“Si queremos ganarnos la confianza del público hay que ser transparentes sobre cómo trabajamos, contar cómo es el negocio y cuáles son nuestros valores”, agrega Nafría.
De este desafío hablará en Medellín, en una charla organizada por Comfama y EL COLOMBIANO, este 27 de febrero a las 5:00 p.m. en el Auditorio de Comfama San Ignacio. La entrada es libre, con cupos limitados, y podrá inscribirse en la página Elinformador.comfama.com. Nafría sostiene que las premisas del modelo del The New York Times son ofrecer un producto de calidad y mostrar a sus lectores que es relevante.
¿Dónde nace la idea de estudiar la evolución de ese periódico al punto de dedicar 20 años a analizarlo?
Trabajé como periodista especializado en internet en medios españoles por varios años y en esas redacciones siempre nos fijábamos en lo que hacía The New York Times, ha sido un referente. Se habla mucho de él pero no se sabía cómo trabaja, así que decidí a investigarlo a fondo, encontrar lecciones útiles.
En el prólogo se dice que hasta los periodistas del Times descubrirán datos y servicios que no conocían. ¿Cómo accedió a tanta información?
Hay muchos datos públicos, los resultados trimestrales, sus memorias anuales y las noticias que publican con sus novedades. También hay un espacio en la web llamado Times Insider. Así mismo, sigo las cuentas de Twitter de sus periodistas, así como las oficiales. Al final no necesité preguntarles muchas cosas.
¿Los visitó?
He ido varias veces al periódico pero el libro no está basado en entrevistas sino en lo que hacen y luego, desde allí, saqué conclusiones pertinentes.
Hay varias lecciones que usted recoge del New York Times. ¿Cree que lo que es bueno para este periódico lo es para otros?
Sí. Esta era una de mis preocupaciones al escribir el libro. Puede ser interesante contar lo que le sucede a The New York Times pero tal vez no sea el caso de otros medios. Sin embargo, me di cuenta de que había un montón de enseñanzas válidas: no todos los medios son The New York Times pero sí todos pueden aspirar a ser The New York Times de su área geográfica, su ámbito temático y el público al que le apunta. Me refiero a ser una fuente imprescindible a la que la gente recurra para obtener buena información y esto sí que debe ser un objetivo de cualquier medio.
¿Qué recomendación se puede generalizar?
Una de estas lecciones es apostar por la calidad en vez de la cantidad de información. En un mundo de tantísimos datos esto es valioso, porque la gente no tiene tiempo y quiere encontrar información de calidad y no cosas que puedo ver en cualquier lado.
¿Qué mensaje le da a los periodistas?
Es clara la necesidad de actualizarse en el periodismo visual que está en auge. Los lectores agradecen que les cuenten las historias con videos, audios, fotografías, gráficos e interactivos, esto manteniendo la esencia del buen periodismo, saber contar una historia y diferenciar la información de valor frente a la que no lo es.