Pico y Placa Medellín

viernes

no 

no

Pico y Placa Medellín

jueves

no 

no

Pico y Placa Medellín

miercoles

no 

no

Pico y Placa Medellín

martes

no  

no

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

no aplica  

language COL arrow_drop_down

Aire sucio les quita el olor alas flores

Bajo niveles moderados de ozono superficial las moléculas con la fragancia no llegan muy lejos.

  • En ambientes de escasa contaminación, la fragancia de algunas flores puede alcanzar centenares de metros. FOTO Jaime Pérez
    En ambientes de escasa contaminación, la fragancia de algunas flores puede alcanzar centenares de metros. FOTO Jaime Pérez
04 de agosto de 2016
bookmark

Tal vez no lo advirtamos a menudo, pero las flores no huelen lo mismo. No si en el aire hay contaminación, como el llamado ozono superficial.

Para una nariz bien entrenada la diferencia se hará sentir. Por ejemplo, es el caso de las abejas y abejorros que se desorientan un poco.

El ozono es un contaminante que en exceso afecta los pulmones, exceso que en algunas ocasiones, de manera puntual sentimos por ejemplo hasta el en Valle de Aburrá.

Un solo ejemplo: ayer hacia el mediodía en la estación de medición de la calidad del aire en Caldas estaba un poco sobre el límite.

Esa contaminación es producida por los automóviles y también por distinto tipo de industrias.

Y no es un solo estudio el que ha encontrado esa diferencia, son varios que revelan que destruyen los aromas que emiten las flores, que no es que hayan dejado la costumbre de emitirlos.

Distancias

Los contaminantes destruyen la fragancia de las flores impidiendo así que se acerquen los polinizadores.

Un estudio en Atmospheric Environment de la Universidad de Virginia en 2008 encontró que el aroma no estaba llegando muy lejos.

“Las moléculas de las esencias producidas por las flores en un ambiente poco contaminado, como el de los años 1800, podían viajar de 1.000 a 1.200 metros, pero en el ambiente contaminado actual en las grandes ciudades solo llega a los 200 o 300 metros”, explicaba entonces el profesor José D. Fuentes, coautor de esa investigación.

Eso, lógico, dificulta la localización de las flores por los polinizadores.

Pero no es solo un estudio de hace años. Hace un mes exacto, en la misma revista científica, investigadores de Penn State encabezados por Fuentes, llegaron a las mismas conclusiones.

“Muchos insectos tienen nidos a 1.000 metros de su fuente de alimento, lo que significa que las esencias tienen que viajar mucho antes de que las detecten los insectos”.

Cada insecto tiene capacidad de detectar ciertos tipos de olores.

El panorama se complica en este punto. Los hidrocarburos emitidos por las plantas se descomponen en la interacción con ciertos contaminantes como el ozono. Esa descomposición deriva en la creación de más contaminantes, como los radicales de hidroxilo y nitrato, afectando más el olor de las flores.

El fenómeno parece más notorio en el pico del verano.

El nivel

Entonces, ¿se podría sentir ese efecto en el Valle de Aburrá? La respuesta sería sí, si se extrapolan los hallazgos.

En Estados Unidos niveles de ozono de 60 partes por billón se consideran moderados y en ese nivel se encontró que se producían suficientes cambios químicos en el olor como para despistar las abejas.

En nuestro medio 60 es el límite permitido, que se sobrepasa de tanto en tanto.

Si los polinizadores no alcanzan a oler las flores, los humanos con nariz menos especializada tampoco lo logran bajo condiciones de contaminación como las de nuestras ciudades.

Más datos refuerzan la incidencia del aire sucio: la molécula de esencia alfa-pineno sobrevive cerca de 40 horas en un ambiente libre de ozono, pero menos de 10 cuando este gas sube a 60 partes por billón, y solo 1 hora si el nivel es de 120 ppb.

Otra molécula, beta mirceno viaja más de 1.000 metros en un ambiente libre de ozono, pero solo 500 y 300 bajo aquellos dos niveles.

Espectrómetro

Hay otro estudio que aporta al tema y le confiere mayor validez. Publicado en la revista New Phytologist estudió la relación de las flores, el aire contaminado e insectos como los abejorros Bombus terrestris.

Los investigadores emplearon un espectrómetro de masas para medir la presencia de las moléculas de las esencias. A solo 4,5 metros de la flor, con niveles de 120 ppb de ozono, había 17 a 31 % menos moléculas que junto a la flor.

En el ambiente sin el olor las abejas pasan menos tiempo, demostraron también.

Una muestra de que en las ciudades podríamos estar perdiendo el placer de oler la fragancia de una flor. No es que nuestra nariz ande mal.

veces más lejos llegaba el olor de las flores en los años 1840 que hoy bajo el aire contaminado de las ciudades
El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto
Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD