Si lleva tiempo haciéndole “ojitos” a un teléfono de gama alta, pero definitivamente el presupuesto no le da, es hora de pensar seriamente en contemplar una opción que esté a su alcance.
De acuerdo con la firma de investigación de mercado GFK, el precio promedio de un teléfono inteligente en el mundo llegó a 324 dólares ($934.000) en 2017, tuvo un aumento del 6 % respecto al año anterior.
Esa cifra, en pesos colombianos, sigue alta comparada con el valor que tuvieron en 2012 (378 dólares), el año en el que empieza la democratización de los celulares inteligentes porque llegaron los Samsung S y los Motorola. Hubo más espectro para elegir. El número incluso es menor que entonces.
Sin embargo, hace seis años en el mercado no había la cantidad de marcas y opciones a las que hay acceso en estos días. Samsung y Apple ya eran los líderes en ventas, detrás de ellos estaba Nokia, a diferencia de este momento, en el que el tercer lugar lo tiene Huawei, y el cuarto competidor era HTC, ahora lo ocupa otra marca china, Xiaomi.
Justamente son las líderes actuales las que han puesto el listón de precios tan alto; a mejores características más dinero hay que sacar del bolsillo para comprar un teléfono. Si el usuario quiere una pantalla con resolución de cine, cualidades biométricas de película futurista como el reconocimiento facial y memorias internas que llegan hasta las 256 GB, debe pagar millones de pesos, en muchos casos más de tres.
Que no pese el bolsillo
Para algunas personas son precios muy altos que no pueden o no están dispuestos a dar por un equipo. Por esa razón las marcas piensan en ese mercado que necesita un móvil con excelentes prestaciones, que no cueste lo que podría valer un semestre de universidad, una moto o un viaje con acompañante por una semana a un destino en Colombia como San Andrés.
Según Carlos Mateus, country manager de Alcatel Colombia, el mercado en el país, manteniendo la tendencia de los últimos años, “se dirige en su gran mayoría a smartphones cuyos precios no superen los setecientos mil pesos en una combinación de muy buena calidad y precio”.
Para él, una ventaja es que los inteligentes que no superan ese rango de precios están exentos de IVA; eso, explica, se traduce en que algunas marcas estén al alcance.
Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, destacó en declaraciones públicas hechas hace menos de un año, que al finalizar el primer semestre de 2017 se importaron 6,7 millones de celulares que no pagaron IVA, el crecimiento a junio había sido cercano al 19 %.
Según el ministro, los colombianos se ahorraron 891.000 millones de pesos porque no tuvieron que pagar ese impuesto. Contrario a quienes sí adquirieron celulares que superaron los 700.000 pesos, en ese caso, ya incluían una IVA del 19 %.
Hay opciones
Ese creciente mercado en el país incentivó, por ejemplo, a que la marca Honor anunciara su entrada oficial el pasado 28 de junio, su primer destino en Latinoamérica.
Matthew Chen, su presidente, opina que Colombia “es un mercado en constante crecimiento y los usuarios cada día buscan diferentes opciones a menor precio, especialmente en tema de tecnología”.
La compañía Avvio igual le apostó al mercado local, en su caso ofreciendo dos posibilidades: el Colombia 2018 y el Colombia 2018 plus, para llevar el sentimiento patrio no solo en el corazón, sino también en la mano y el bolsilllo.
Además, desarrollaron el software del equipo acá. Sobre ello, Johann Coy, gerente general de Planet Avvio nacional, comenta las ventajas que vieron para hacer esta apuesta: “Tienen un enorme talento humano en el área tecnológica, son personas innovadoras y creativas. Esta fue la razón principal por la que nuestra casa matriz en Estados Unidos decidió empezar a hacer desarrollos de nuestros productos con Colombia, estos son hechos por personas que entienden el comportamiento de sus compatriotas”.