Samsung anunció el viernes que suspende la venta de su smartphone Galaxy Note 7 tras detectar que las baterías de algunos dispositivos explotan durante la carga.
“Hemos decidido suspender las ventas del Note 7 y ofrecer terminales nuevos de recambio a todos los clientes que los soliciten”, explicó Koh Dong-jin, director de la división de telefonía móvil de la empresa, en una rueda de prensa en Seúl.
“Samsung pide sinceras disculpas a todos los clientes por la ignición de baterías ocurrida poco después del lanzamiento de este nuevo producto”, aseveró.
El anuncio se produce dos semanas después de que Samsung lanzó la última versión de su smartphone insignia.
Algunos compradores reportaron que sus celulares se incendiaron o explotaron mientras cargaban e incluso algunos subieron vídeos a la red para demostrarlo. Samsung señaló que ha confirmado 35 casos de este tipo, todos causados por baterías defectuosas.
El gigante de la electrónica surcoreano ha concluido que las igniciones de los Galaxy Note 7 fueron causadas por baterías defectuosas instaladas en algunos de los teléfonos. En concreto, el problema de las baterías inflamables habría surgido en 24 de cada millón de unidades del Galaxy Note 7, según el informe de Samsung. De este modo, las ventas se suspenderán hasta que la empresa finalice un análisis más detallado sobre los componentes exactos de las baterías defectuosas que causan las igniciones y posteriormente comercialice los nuevos recambios, un proceso que podría durar dos semanas o más, según su representante.
Es la primera vez que el mayor fabricante de dispositivos inteligentes del mundo anuncia una revisión masiva de uno de sus modelos.
El gigante surcoreano dijo que vendió más de un 1 millón de dispositivos Note 7 desde su lanzamiento.