Fue una muerte terrible: los molieron a golpes, con elementos contundentes, en la cabeza. Y los enterraron en una fosa común.
La noticia, que podría dar cuenta de un hecho violento en cualquiera de los conflictos que tienen lugar alrededor del planeta, no es de ahora. La masacre ocurrió hace 7.000 años más o menos en un lugar de Alemania. Pleno neolítico.
En la tumba se encontraron restos de nueve cuerpos, quienes eran intrusos, ajenos a la región.
No son raros los entierros colectivos de esa época, pero este, sucedido en Halberstadt, Alemania, y hallado por un proyecto en construcción, tiene características no comunes: aparte de ser extranjeros, hecho que se comprobó con análisis de ciertos isótopos en sus dientes, diferentes a los de los lugareños, además la fosa contenía solo adultos, ocho hombres y una mujer, a diferencia de otras encontradas en donde hay niños también.
Estos adultos jóvenes presentan lesiones en la parte de atrás de la cabeza, sugiriendo que fueron golpeados desde atrás con fuerza por objetos contundentes.
Como en todos se aprecia la misma clase de lesiones, pudo tratarse de una aplicación controlada de violencia. Tal vez una ejecución de prisioneros.
En el neolítico temprano en ese pueblo se encontraba la cultura Lenearbandkeramilk, la primera en el centro de Europa que cultivaba y criaba ganado.
No se puede descartar que fueran individuos de la misma cultura, pero de otro asentamiento y el hallazgo la existencia de un conflicto social en esa región.
La masacre difiere de otras que se han documentado, pues parece una ejecución premeditada.
El reporte fue presentado en un artículo en Nature Communications.