Con frecuencia, las tormentas solares, material expelido por nuestra estrella, alcanzan la Tierra y provocan, por lo menos, auroras boreales y en ocasiones interrumpen comunicaciones de radio unos minutos en ciertas latitudes.
Ha habido unas severas, como la de 1859, cuando se quemaron telégrafos y hubo auroras bien al sur, dada la intensidad. Otras han causado interrupciones en el servicio de electricidad en algunas ciudades.
Y hubo una que: ¡bum! Hizo explotar minas en la guerra de Vietnam.
Eso determinaron científicos según un artículo publicado en el journal Space Weather.
En los registros de la Armada americana encontraron que una tormenta solar en 1972 fue más seria de lo que se creyó.
“Entre el 2 y el 4 de agosto de 1972 una mancha solar produjo una serie de brillantes llamaradas, partículas muy cargadas eléctricamente, dirigidas a la Tierra”, escribieron.
Llegaron en tan solo 14,6 horas y muchos notaron los efectos, como bloqueos en las señales de radio en el día. Las emisiones de rayos X de las llamaradas duraron más de 16 horas y se observó por primera vez la presencia de rayos gamma, altamente energéticos. La tormenta fue calificada en el nivel 17 del índice que las cataloga, el más alto dado solo a los eventos extremos.
Hubo auroras hasta en Bilbao, España y averió los paneles solares de un satélite de comunicaciones en el espacio. Los sensores de la Fuerza Aérea se encendieron sugiriendo que se había detonado una bomba atómica. Una falsa alarma.
Pero hubo otro evento inusitado: la detonación repentina de un gran número de minas marinas colocadas por los estadounidenses en aguas costeras de Vietnam del Norte solo tres meses antes.
Los pilotos sobre el área reportaron dos docenas de explosiones en un periodo de 30 segundos, según los investigadores.
Las investigaciones mostraron que las detonaciones fueron causadas por la tormenta, que activó los sensores magnéticos de las minas, cuya finalidad era detectar los barcos de metal cuando pasaban.
Este incidente condujo al cambio de los sensores años después y muestra todo el daño que pueden hacer las tormentas solares que se suceden con frecuencia.