Los humanos no solo somos interestelares, somos intergalácticos y no precisamente por otear remotas regiones del universo con nuestros telescopios.
No, físicamente. Estamos hechos de polvo de otras galaxias reveló un nuevo estudio.
Carla Sagan fue quien dijo que éramos polvo de estrellas, con toda razón. Solo en ellas se pueden fabricar los átomos de carbono, nitrógeno y oxígeno de nuestros cuerpos, así como los átomos de otros elementos pesados. El oro que tanto líos nos causa, nace en las estrellas también.
Ahora, astrofísicos de Northwestern University sugieren que nuestro origen es menos local de lo pensado. De acuerdo son sus análisis, somos no solo polvo de estrellas, sino polvo, residuos de las galaxias. Eso dice el estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Los investigadores encontraron que más de la mitad de la materia en nuestra galaxia, la Vía Láctea, puede venir de distintas galaxias. Así, cada uno de nosotros está hecho en parte de materia intergaláctica.
Es decir, aquellos átomos que nos constituyen pueden haber sido originados no en estrellas de nuestra galaxia, sino en estrellas de otras galaxias.
Para llegar a esa conclusión usaron simulaciones con supercomputadores: el equivalente a varios millones de horas de computación continua.
Las simulaciones revelaron que las explosiones de supernova emiten grandes cantidades de gas de las galaxias, lo que hace que los átomos creados sean transportados de una galaxia a otra gracias a los poderosos vientos galácticos.
Esa transferencia intergaláctica es un nuevo concepto según estos astrofísicos, un nuevo fenómeno que requiere esas potentes simulaciones para ser entendido. Lo que a su vez es esencial para saber que las galaxias evolucionan y así conocer nuestro propio lugar en el universo.
Daniel Anglés-Alcázar, investigador de postdoctorado en el Center for Interdisciplinary Exploration and Research in Astrophysics (CIERA), condujo el estudio y expresó en un comunicado de prensa de la Universidad que “es muy probable que mucha de la materia de la Vía Láctea estuvo en otras galaxias antes de que fuera expulsada por un potente viento,haya viajado por el espacio intergaláctico y encontrara su hogar en la Vía Láctea”.
Dada que mucha de la materia que nos forma vino de otras galaxias, “podríamos considerarnos viajeros del espacio o inmigrantes intergalácticos
Como el espacio es vasto y las galaxias están situadas a distancias casi inconcebibles unas de otras, así los vientos galácticos se propaguen a cientos de kilómetros por segundo, el proceso de transferencia se da en miles de millones de años.