Fueron gatófilos, por decirlo de alguna manera, pues es indudable la atracción que los gatos ejercieron sobre los antiguos egipcios, incluso una diosa con forma de pequeño felino. Una prueba más acaba de ser descubierta.
Cerca a Saqqara, en un complejo funerario cerca a la pirámide construida por el faraón Userkaf, quien reinó del año 2479 al 2471 antes de nuestra era, se encontraron decenas de gatos momificados y cerca de 100 estatuas de madera de gatos, informó el Ministerio de Antigüedades de Egipto.
No se sabe de cuándo son esos mininos, pero podría ser de algún momento entre los años 717 y 332 antes de nuestra era. El complejo fue usado para enterrar gatos, según una declaración del Ministerio en su página en Facebook.
Fuera de los felinos momificados, las estatuas de madera de los gatos estaban bañadas en oro y deben datar de esa época. Se encontró una estatua de bronce de Bastet, una diosa que aparece con forma de gato.
Bastet, de acuerdo con la mitología egipcia, tenía muchos poderes. Era una deidad protectora que podía alejar una gran variedad de demonios y también se le asociaba con la música, la danza y el placer.
No fueron los únicos hallazgos. Los arqueólogos encontraron estatuas de un león, una vaca, un cocodrilo y un halcón, asó como dos escarabajos momificados dentro de cajas. Y dos cobras momificadas también dentro de un sarcófago con la forma del reptil.
Hallaron papiros con capítulos del Libro de los Muertos, una serie de discursos e instrucciones para ayudar a los muertos a navegar por el inframundo.
Dentro de esta variedad, se encontraron restos de momias humanas y varias rocas con inscripciones, además de varios objetos.
Algunas de las inscripciones y restos pueden datar de las dinastías quinta o sexta, aproximadamente entre los años 2465 y 2150 antes de nuestra era, tiempo en el cual se construían pirámides.
Un grupo del ministerio ha estado excavando en el lugar desde abril, aunque una parte fue excavada entre 2008 y 2013 por un grupo de arqueólogos franceses.