Así Colombia tenga varios Grandes Maestros, técnicos y jugadores como Carlos Victorino, David Arenas y Mauricio Ríos no dudan en afirmar que “se fue el más grande” del ajedrez colombiano, el Maestro Internacional Óscar C astro.
Quien nació en Medellín el 5 de mayo de 1953, ya era campeón nacional a los 19 años y tres más tarde, ponía a sonar a Colombia en el zonal Centroamericano y del Caribe, celebrado en Santo Domingo en 1975, al coronarse campeón y convertirse en el primer Maestro Internacional del país.
Ese título le permitió asistir al Zonal de Biel (Suiza), donde consiguió uno de los triunfos más resonantes del ajedrez colombiano, por cuanto le ganó nada menos que al excampeón del mundo Tigran Petrosian.
Asistió por Colombia a las olimpiadas de Niza y Haifa en 1974 y 1976 y fue campeón nacional cinco años.
“Nunca tuvo profesor, fue un autodidacta que le gustó ahondar en los secretos del juego y a descifrar las leyes que lo regían. Fue un deportista que se ganó la admiración y el respeto de todos. Se fue el mejor”, dijo Mauricio Ríos, jugador y ahora técnico de ajedrez del Meta.
Para Norvey Rodríguez, juez del juego ciencia en Colombia, “se ha ido el más grande, por encima de los Grandes Maestros que tenemos en Colombia. Tenía un talento enorme. Derrotó ajedrecistas de talla mundial, como le sucedió cuando era joven al ganarle al campeón juvenil de Hungría Andras Adorjan o perder con una de las figuras más grandes de este deporte a nivel mundial, Anatoly Karpov. Ese era Óscar”.
“Se va toda una leyenda, quizás el mejor”, afirmó Carlos Victorino, jugador y técnico de Antioquia.