Las consecuencias de las últimas acciones militares, que subió la temperatura de las hostilidades en Colombia, obligaron a los negociadores del Gobierno y las Farc a suspender las discusiones de los puntos de la agenda, retrasando el cronograma de actividades, lo que generó el reclamo del presidente Juan Manuel Santos para apurar los diálogos, pero reafirmó la posición de la guerrilla que no es necesario correr para la firma de un acuerdo.
Por esta razón, ambas delegaciones buscaron una salida negociada al mal clima que rodeó la mesa en los últimos días, tras la muerte de 10 militares y más de 40 guerrilleros y anunciaron: “Hemos decidido extender el actual ciclo 37 de conversaciones hasta el próximo 4 de junio de 2015, con el propósito de continuar avanzando en las discusiones sobre el punto de víctimas. De igual forma, acordamos que regresaremos a la mesa el 17 de junio de 2015 para dar inicio al ciclo 38”.
Crisis frena los diálogos
En su análisis, Jorge Restrepo, director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, Cerac, precisa que esta crisis “no fortalece las posiciones negociadoras de ninguna de las dos partes para lograr concesiones en la mesa. En lugar de esto genera un estancamiento en el proceso: es previsible que el grupo guerrillero insista en la implementación de un cese bilateral previo a la firma de los acuerdos, en detrimento de la discusión de los puntos restantes”.
En esa medida, la lectura del analista del conflicto armado, Juan Carlos Ortega, es que si ambas comisiones siguen sentadas en la mesa, e incluso se refuerzan como lo hizo el Gobierno con la llegada a Cuba de la canciller María Ángela Holguín, y el empresario Gonzalo Restrepo, “es porque no se van a parar. No le conviene ni al Gobierno ni a las Farc. Al Gobierno porque esa es su bandera de programa, y a las Farc porque no van a tener otra oportunidad para sentarse a negociar”.
No obstante, el alargue del ciclo de negociaciones sigue en medio de la intensificación de las hostilidades, tanto así que las Farc hostigaron Toribío, lanzaron dos granadas a la estación de Policía de Argelia, Cauca, y según el Cerac, en la última semana perpetraron seis explosiones intencionales, tres hostigamientos, una emboscada contra la Fuerza Pública y la instalación de un carro bomba.