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Según el Dane, en 2014 la tasa de desempleo en Colombia fue de 9,1 por ciento. Ello representa, frente al año inmediatamente anterior, una disminución de 0,5 puntos porcentuales. Con este resultado se mantiene la tendencia de generación creciente de puestos de trabajo, la cual ha permitido que el desempleo se sostenga en un dígito.
Por su parte, en el trimestre móvil octubre–diciembre de 2014, el nivel de desempleo fue de 8,1 por ciento, lo cual representa una ligera disminución (0,1 puntos porcentuales) con respecto a igual período de 2013.
En los resultados del último trimestre del año pasado se destacan varios hechos que ilustran los avances que se han venido consolidando en materia laboral.
Entre estos logros están: la disminución del desempleo en 16 de las 23 ciudades; que en 12 de ellas la tasa de desempleo sea de un dígito; la reducción de la brecha en la tasa de desempleo urbana; y, al considerarse los últimos 12 meses-móviles, mantener el desempleo durante 16 periodos consecutivos con tasas de un dígito.
No obstante estos resultados, en el mes de diciembre de 2014 se registró una tasa de desempleo de 8,7 por ciento, la cual es mayor a la obtenida un año atrás (8,4 por ciento). Este hecho puede interpretarse, eventualmente, como un primer indicio del efecto de la desaceleración económica en el mercado laboral.
Precisamente, en su última reunión de Junta Directiva, el Banco de la República revisó a la baja su proyección de crecimiento para 2015 y la estableció en un rango entre 2,0 y 4,0 por ciento, “con 3,6 por ciento como la cifra más probable”.
Este nivel es cercano al pronóstico del FMI (3,8 por ciento), pero se ubica por debajo del fijado por el Gobierno Nacional (4,2 por ciento).
La desaceleración que se prevé sufrirá la economía colombiana durante el presente año muy probablemente afectará la generación de empleo y con ello los importantes logros sociales (como la reducción de la pobreza y el mejoramiento de las condiciones de vida) alcanzados recientemente producto del buen desempeño económico.
En el informe de la Cepal, Panorama Social de América Latina 2014, la entidad hace un reconocimiento de estos logros al mostrar cómo en el país la pobreza por ingresos pasó de 32,9 por ciento en 2012 a 30,7 por ciento en 2013. Por su parte, la pobreza extrema (o indigencia) se redujo, respectivamente, de 10,4 por ciento a 9,1 por ciento.
En el estudio se destaca el deterioro que durante los dos últimos años presenta la región en sus indicadores sociales. En particular se muestra cómo en 2014 la pobreza total se estancó en niveles del 28 por ciento y la pobreza extrema aumentó al 12,0 por ciento. Esto significa un incremento del número de latinoamericanos que viven en la pobreza.
La Cepal, al tiempo que concluye que en América Latina “la pobreza persiste como un fenómeno estructural”, señala que, hacia adelante, los países de la región enfrentan el reto de impulsar los avances sociales alcanzados en medio de un bajo crecimiento y de recursos fiscales escasos.
Este reto resulta de gran relevancia para Colombia pues, mientras se debe solventar la desaceleración del PIB, se requiere afianzar los logros sociales, ya que el número de hogares afectados por los fenómenos de desempleo, informalidad y pobreza continúa siendo relativamente muy alto.