Paula Alejandra Torres Cabrera salió el cinco de diciembre con sus compañeros de trabajo a celebrar su cumpleaños número veintiocho a una discoteca situada en el Barrio Restrepo, al sur de la ciudad de Bogotá. Sobre las nueve de la noche, dado que padecía síntomas de alicoramiento, sus acompañantes contrataron a un taxista para que la transportara hasta el Barrio 20 de julio –situado a diez minutos del lugar– donde convivía con su pareja sentimental, quien la esperaba en la estación de Transmilenio.
Cuando la joven, en el estado ya dicho y vestida como un hombre (por lo cual se le conocía con el mote de Carlitos), se encontraba a unas cuatro cuadras de su casa a la altura del Almacén Metro, se bajó del vehículo en forma repentina. Luego, intentó...