Los 1,1 millones de usuarios de Empresas Públicas de Medellín (EPM) en el Valle de Aburrá deben tener en cuenta que el nuevo marco tarifario ordenado por la Comisión de Regulación de Agua Potable y Saneamiento Básico (CRA), que implica aumentos en la tarifa, comienza a regir a partir de los consumos que hagan este mes. Es decir, que comenzarán a aplicarse, según su ciclo de facturación, en los recibos de agosto y septiembre próximos.
Sin embargo, EPM no aplicará de inmediato los valores máximos de la nueva metodología dispuesta por la CRA, publicados por este diario el sábado pasado, sino que tendrá valores menores y se diferirán en el tiempo los incrementos en cargos fijos y variables (consumo) de los servicios de acueducto y alcantarillado.
“EPM es consciente de los esfuerzos que hacen los usuarios en su canasta básica familiar. Por eso se decidió trazar una senda para llegar a esos valores máximos en cerca de 5 años, argumentándole a la CRA que igual vamos a cumplir con todas las condiciones, estándares de servicio y que no se pierde suficiencia financiera de la empresa”, explicó ayer a EL COLOMBIANO, Luisa María Pérez Fernández, directora de Regulación de Agua y Saneamiento de EPM.
En esos términos, la tarifa de referencia, es decir, de un usuario estrato 4, sin subsidios ni contribuciones, con un consumo mensual promedio de 13 metros cúbicos, no tendrá variación en el valor final.
Sin embargo, esa factura media tendrá una reducción de 4,76 % en la suma de los cargos fijos de acueducto (baja 9,7 %) y alcantarillado (sube 6 %), frente a lo facturado en julio, para el Valle de Aburrá, exceptuando Caldas y Barbosa (ver gráfico).
“Las variaciones en el valor de las facturas obedecen al comportamiento de los consumos de cada usuario y a que los subsidios (estratos 1, 2 y 3) y contribuciones (5, 6 las determina cada municipio (del Valle de Aburrá). Por ejemplo, en Medellín, un usuario de estrato 1 está subsidiado en 60 %, pero hay otros municipios en que el subsidio puede variar de porcentaje”, precisó la funcionaria.
Con esa claridad para lo que resta del año, en enero de 2017 se tendrá un incremento real (precios constantes) en la factura media de 2,5 %: las tarifa del cargo fijo de acueducto sube, pero la correspondiente a alcantarillado se mantiene.
“De ahí en adelante la senda es de incremento en acueducto, porque la reducción de alcantarillado se aplica de manera inmediata (este año), según la nueva metodología a la que debe acogerse EPM”, aclaró Pérez Fernández.
Ahora, este ajuste tarifario se traducirá en que EPM triplicará en el Valle de Aburrá inversiones actuales y ascenderán a 3,5 billones de pesos en los próximos 10 años.
Esto implica destinar recursos a reposición de redes de acueducto y alcantarillado, ampliación y modernización de plantas de tratamiento de aguas (potabilización y residuales) y adopción de nuevas tecnologías para asuntos como control de calidad de fuentes de agua.