Con el optimismo a tope por la recuperación financiera de 2016, Celsia enfila baterías para encontrar un socio estratégico en este primer semestre para su proyecto hidroeléctrico Porvenir II, que aprovecharía aguas del río Samaná, en el Oriente antioqueño.
También en junio se adjudicarían las obras y la construcción empezaría a finales de este año, estimó ayer en diálogo con EL COLOMBIANO el presidente de Celsia, Ricardo Sierra Fernández.
Anticipó que buscan un socio que, seguramente, será del sector financiero y los deberá conectar con la banca multilateral de desarrollo para financiar este proyecto.
Mientras se actualiza y valida el valor final de Porvenir II, hasta el año pasado esta filial del Grupo Argos hablaba de una inversión cercana a los 800 millones de dólares.
Y aunque el proyecto ya tuvo autorización de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla), en agosto de 2015 y después de tres años de trámites, aún persisten críticas a su impacto ecológico.
¿Cuándo se adjudicarán las obras de construcción?
“Estamos en proceso de recibir ofertas de obra civil y de equipo electromecánico. Esto nos permitirá confirmar claramente cuál es el presupuesto real de la obra. Con base en esta información buscaremos un socio estratégico. Esta etapa deberá estar finiquitada a mediados de este año”.
¿Se tiene un cálculo cercano de cuánto valdrá y cuál será su capacidad?
“Seguimos con los 352 megavatios de capacidad instalada y vamos a validar la cifra final de inversión”.
¿Qué decirle a los detractores del proyecto por el impacto ambiental que tendrá esta obra en el río Samaná?
“Que será de gran beneficio ambiental. Se estima que en el Oriente antioqueño, se deforestan entre 600 y 1.000 hectáreas de bosque al año. Hay tala ilegal, hay minería, reconversión de bosques nativos a ganadería. El proyecto inundará 800 hectáreas, pero a esta área se le hará durante cuatro años intervención de su inventario botánico, habrá rescate de especies y hogares de paso para fauna, que se moverá a la zona alta del embalse”.
¿Cómo compensarán ustedes el impacto de la obra?
“Intervendremos 4.800 hectáreas. Alrededor del embalse se protegerán más de 5.000 hectáreas. Es decir, respetando las observaciones de tipo ambiental, es un proyecto que ofrece todas las garantías de protección”.
Entonces, ¿qué dicen de las críticas del proyecto?
“Respetamos y valoramos críticas y observaciones, porque eso nos permite hacer ajustes a los programas de manejo ambiental. Además, tenemos el apoyo de los cuatro alcaldes de los municipios de zona de influencia del proyecto: San Carlos, San Luis, Puerto Nare y Caracolí, así como de la Gobernación de Antioquia”.