“Fue un año agridulce”. Con esa respuesta inició, Ricardo Sierra Fernández, presidente de Celsia, el diálogo con EL COLOMBIANO.
La coyuntura climática y los vacíos en la regulación energética le pasaron una factura muy costosa a la filial de Grupo Argos. Así queda detallado en los estados financieros que reportó la empresa para 2015 (ver gráfico).
Para el directivo, lo “dulce” del año vino de los negocios en Centroamérica, mientras el trago amargo se lo tomó en Colombia y le supo a diésel.
La generación con combustible líquido le salió cara a Celsia. Pero Sierra, que lleva ocho meses al frente de la compañía, insiste en que el Gobierno debe afinar la regulación para que esto no le vuelva a pasar a ninguna generadora.
¿Cuál fue la mayor dificultad que enfrentó Celsia en 2015?
“Sufrimos una crisis térmica muy compleja, que afectó los resultados de la compañía en el segundo semestre. La falta de regulación en el precio de escasez para la generación con combustible impactó muy duro. El Gobierno tomó cartas en el asunto y hasta final de año empezamos a tener estabilidad en el tema”.
Y el fenómeno de El Niño...
“Ese fue el otro componente agrio. Fue muy fuerte. Nuestros embalses estuvieron en una media de 33 % de su capacidad. No tuvimos agua. Se nos combinó el problema térmico con la falta de agua”.
Ahora bien, ¿cómo les ha ido generando con combustible tras las medidas de estabilización del Gobierno?
“El gas está carísimo y escaso, por eso está la generación con diésel. ¿Qué pasó?, el sistema térmico estaba preparado para generar con gas. Cuando nos dijeron pasen a líquido, no había regulación. Ahora, lo que necesitamos es medidas estructurales urgentes para no volver a pasar una crisis como esta”.
Entonces el gran catalizador de esta coyuntura fue la falta de regulación.
“Sí, porque la tormenta perfecta que terminó en esta crisis se fue gestando. Cuando hay que comprar a 6 o 7 dólares el millón de VTU y en Perú es a 1,5 dólares, pues claramente hay un problema”.
¿Sienten que no estaba preparado el sistema para un momento como este?
“La cosa es así. Las térmicas estuvimos cuatro años alistándonos para que, cuando llegara el niño pudiéramos generar y hubieran vacas gordas. Y pasó lo contrario, llegó la bonanza para las térmicas y salimos perdiendo”.
¿Cuál es la expectativa de generación para 2016, se va a mantener en 12 % del total nacional?
“Esperamos mantener este nivel porque vamos a estar con el parque térmico muy exigido. Confío que EPM tenga nuevamente la central de Guatapé trabajando en poco tiempo, pero como vemos las cosas, serán dos o tres meses sin ese soporte”.
Entonces la generación con térmica seguirá en niveles altos por buen tiempo...
“Vamos a seguir muy exigidos. Las térmicas van a estar prendidas y con mucha presión hasta el próximo verano, es decir, junio de 2017. Los embalses no se van a recuperar rápido”.
¿Está preparado el parque térmico colombiano para eso?
“No creo. La generación con líquidos acelera mantenimientos y reparaciones, habrá que apagar algunas para hacer recuperación y eso tendrá un impacto importante para las empresas y para el sistema”.
¿Qué tan fuerte es el impacto de El Niño sobre las cuentas de Celsia?
“Esperamos un fenómeno que redujera los aportes 40 o 45 % en este primer trimestre y ya vemos cifras mucho menores que esas. Estamos viendo una afectación grande”.
Y, ¿qué fue lo dulce del año?
“El negocio de distribución, que va creciendo a tasas del 13 % anual. La diversificación geográfica nos ayudó a duplicar el Ebitda de la empresa en Centroamérica: con un parque eólico, la central térmica en Panamá que, después de la capitalización que hicimos en 2015, nos va a dar buenos resultados”.
¿Cuál es la estrategia con la que va a afrontar Celsia el impacto en los resultados financieros?
“Estamos convencidos que las energías renovables serán un gran impulso. La energía solar y eólica va a darle un impulso a la generación en el país”.
Y, ¿qué avances hay en el tema?
“Llevamos 2 años en investigaciones en energía fotovoltaica que ya se convirtieron en productos y estamos comercializando. Queremos tener en dos años 250 megavatios instalados en Colombia y Panamá con estas fuentes. Además, apuntamos a tener 50 megavatios en Costa Rica en energía eólica. Y en La Guajira también tenemos otro proyecto importante que no podemos contar aún”.
El negocio en Centroamérica ya representa el 18 % de las ventas de Celsia, ¿cómo lograron ese buen balance?
“La adquisición de los activos a GDF Suez fue muy buena. El reto que teníamos era ser buenos operadores y lo logramos”.
¿A qué proyectos le va a meter el acelerador la empresa este año?
“La reactivación del proyecto Porvenir II entre San Carlos y Puerto Nare. También un proyecto en San Andrés, de 20 Megavatios. Ambos en Antioquia”.