El sector financiero enfrenta vientos de cola. Por un lado la subida de tasas del Banco de la República les encarece el fondeo y, como consecuencia a mayores intereses, el crédito se desacelera.
Sin embargo, esto es necesario para pasar el turbulento 2016 y, como lo cree el presidente del Banco BBVA en Colombia Óscar Cabrera, “llegar a 2017 sin sobreendeudar a los hogares”.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el banquero explicó que si bien la reforma tributaria que se presentará al Congreso es necesaria para llenar un gran hueco fiscal, la motivación del Gobierno debe ser propender por mayor inversión extranjera y esto solo se conseguiría si el país “se vuelve más sexy para el capital”.
Un año apretado, con márgenes complejos, una inflación que se salió de control, hacen parte del diálogo con Cabrera, que dilucida el panorama financiero del país.
¿Cómo cerrará el año el banco BBVA?
“El banco vive lo que todo el sistema financiero colombiano. La banca invirtió en los últimos años en crear figuras de crédito con tasa fija que aseguraran al consumidor unas cuotas específicas. Eso hace que, en un escenario de subida de tasas de interés como la que tenemos, haya menos morosidad e impago, pero somos nosotros los que absorbemos”.
Entonces las utilidades bajarán...
“Vamos a tener unas utilidades menos briosas que en otro momento. Pero en cualquier caso es parte de una transición adecuada que está dando la economía colombiana. El escenario actual es retador y hay que ser prudentes”.
Pero la tasa de interés real (la del Emisor menos la inflación) sigue cercana a cero, es decir, todavía se motiva el crédito...
“Depende de cómo se mire, si tienes en cuenta la inflación total o solo la inflación básica. En cualquiera de los casos, vimos que el consumo no desaceleraba fuerte hasta el segundo trimestre. Así que ahora sí estamos viendo el desestímulo y eso es normal en medio de un ciclo complejo, al final, debemos ser cautos para no endeudar de más a los hogares, eso le haría muy mal al país”.
Y, ¿la reforma tributaria es un factor clave?
“Sí, pero tiene un gran reto, traer recursos al Estado para financiar lo mal que estamos en algunos aspectos. Colombia es uno de los países con mayor presión fiscal para las empresas y eso es nocivo, eso no hace sexy al país para la inversión. Conseguir el equilibrio va a ser difícil, porque hay que demarcar un mínimo de competitividad, para que el país cobre vigor frente a la inversión”.
Parte de la discusión se centra en bajar los impuestos a empresas para ajustar a las personas naturales...
“Lo que pasa es que en esta reforma tributaria Colombia se está jugando qué tanta inversión va a llegar, y no hablo del capital en el sector extractivo, hablo de la que más genera empleos, inversión industrial y de servicios”.
Si se aprueba el aumento al IVA, por ejemplo, habrían efectos inflacionarios y sobre el poder adquisitivo que afectarían directamente al sector financiero, ¿han estimado este impacto?
“El tema inflacionario es de una sola vez. Es decir, en el tiempo esa variable se ajustará a las expectativas y no habría mayores traumas. Pero con las reformas siempre hay contrapartidas. Al final tienes una necesidad de unos recursos y lo que dice es: del sector familia o empresarial tráigame esos recursos. Es poner en común, compartimos más o menos”.
Ahora bien, a pesar de la devaluación del peso y del menor consumo, BBVA lanzó una línea de crédito exclusiva para vehículos en convenio con Sofasa. ¿Habrá más productos de este tipo en el futuro?
“Vendrán en la medida que lo vayamos viendo. Queremos hacer justo ahora inversiones en relacionamiento móvil, con la página web, queremos que los cajeros sean canales de autoservicio de su línea de crédito. Si mañana detectamos una oportunidad de negocio adicional, lo haríamos”.
Con tasas de interés subiendo, ¿la competencia está centrada en los costos financieros?
“Yo creo que la competencia en precios lleva muchos años y es durísima. Es una situación muy distinta a países desarrollados, donde las tasas están bajas. Además los niveles de bancarización en Colombia son bajísimos por la misma carencia de infraestructura. Lo mismo que nos pasa con las carreteras nos pasa con la infraestructura bancaria”.