Una era la Colombia con las cámaras de comercio y otra sin ella. Un informe realizado por la Universidad de los Andes demostró que estas fueron un empujón muy importante para que la creación de empresas en el país se hiciera de forma más rápida y con el objetivo de generar la menor cantidad de traumatismos posibles para su funcionamiento.
“Las cámaras de comercio ayudaron y fueron un protagonista importante en la expansión empresarial colombiana”, aseguró Marcela Eslava, profesora de Economía en la Universidad de los Andes, y uno de los cuatro miembros encargados del desarrollo de la investigación.
Entre los hallazgos más importantes del estudio se encuentra que entre 1945 y 1990 el número de trabajadores industriales que tenían las ciudades pequeñas y medianas que no contaban con una cámara de comercio para la creación de una unidad productiva era de 55,8 por cada mil habitantes. Mientras que en aquellas regiones que contaban con el apoyo de este tipo de entidades el indicador se ubicaba en 94,5 por cada mil habitantes.
Durante el pasado congreso de Confecámaras, su presidente, Julián Domínguez, destacó que la actividad cameral se ha convertido en el apoyo fundamental para que los emprendimientos que buscan hacerse a un espacio en Colombia comiencen a funcionar bajo las normas requeridas y contando con una visión de desarrollo que les permita sobrevivir más allá del promedio de mortalidad empresarial con el que cuenta el país.
Mortalidad que según lo recordó Domínguez se refiere a que de 10 empresas que se crean, siete mueren a los cinco años. Mientras que en las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) sólo mueren cuatro.
Otro de los datos que vale la pena resaltar es el que se refiere a la expansión empresarial. Mientras en aquellas ciudades en las que no hubo un apoyo de una cámara de comercio el número de establecimientos industriales por cada 1.000 habitantes fue de 26,5, en las zonas que sí contaron con la presencia de una cámara de comercio, la cifra escala hasta 41,3, según lo cita el estudio de la Universidad de los Andes.