Pese a que los resultados para este año son desalentadores en las pequeñas y medianas empresas, el panorama mejorará para 2018. Así lo dijo la Asociación Colombiana de Medianas y Pequeñas Industrias (Acopi) en su Encuesta de Desempeño Empresarial de las Mipymes en el tercer trimestre.
Un 48 % espera que aumente su producción, un 42 %, que se mantenga, y solo el 10 %, que disminuya. En cuanto a ventas, un 60 % señaló que esperan subirlas, un 29 %, mantenerlas y un 11 % espera una disminución.
Muestra de ese optimismo es el caso del gerente de la pyme de bebidas energizantes Zou Energy Shot (basada en un concepto saludable), Carlos Andrés Gómez, quien afirmó que prevé un incremento, porque “desde mayo de 2017 empezamos a exportar a los Estados Unidos, donde la entrada es mucho más fácil, incluso, que en Colombia, por temas de costos y de requisitos pesados del Invima”.
Agregó el empresario que su empresa tuvo un crecimiento leve en el tercer trimestre, que no pudo ser mayor porque a raíz del incremento del IVA no realizaron el aumento que hacen a sus productos cada año de entre el 5 % y el 10 %, por mayores costos de las materias primas y la inflación: “No queríamos golpear el precio final”.
Durante el mismo periodo estudiado, la producción manufacturera de micro, pequeñas y medianas empresas tuvo un menor desempeño al registrar una caída de 12 % frente a igual periodo de 2016, dado que 60 % de los empresarios percibió una disminución en este indicador.
Le siguen servicios (43 %) y comercio (35 %). “Hay un deterioro en el comportamiento de las pymes, fiel reflejo de la desaceleración económica”, manifestó Rosmery Quintero, presidente del gremio que representa a 2,5 millones de mipymes.
En Antioquia, las pequeñas y medianas empresas representan el 10,2 % de la base empresarial (186 mil empresas), y según sector económico, 13,3 % son manufactureras, de acuerdo con cifras de la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia.
Además, del total de la muestra de Acopi (unas 500 empresas), solo un 22 % de las compañías dijo que su producción aumentó; el 31 %, que se mantuvo, y el 47 %, que disminuyó. Las bajas expectativas que tienen los colombianos para consumir incidieron en ese resultado.
A la percepción de ventas también le fue mal: un 29 % de los entrevistados observó un incremento, un 19 % dijo que se mantuvieron y el 52 % evidenció una caída (la más alta de que se aplica la encuesta, en 2015).
Así lo demostró Gabriel Vásquez, administrador de la pequeña empresa paisa Axum Group, que diseña piyamas bajo la marca Simoli. Aunque siempre han estado enfocados en atender el mercado nacional, desde hace varios meses empezaron a apostarle a exportar, porque “esto acá está muerto. Nosotros le vendemos a mayoristas y ellos nos dicen que los clientes finales están escasos. Los hogares no quieren comprar piyamas, y es una queja que hemos venido escuchando”.
De esa forma, el otro año esperan que un 80 % de sus ventas sea al extranjero y el porcentaje restante en el país (ver Informe).
“Es la dinámica de que en las crisis se pueden ver oportunidades. Antes, se concebían las exportaciones como un negocio de excedentes, sobre todo hacia Venezuela y Ecuador”, comentó el director de Asuntos Económicos de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), Giovanni Gómez. Sin embargo, llamó la atención sobre el hecho de que si una pyme con un arraigo familiar fuerte no tiene la concepción de llegar a mercados internacionales, no lo va a adoptar dentro de su línea de negocio.
De las 11 mil empresas que exportan bienes en Colombia, solo 4.600 lo han hecho por más de 1.000 dólares durante tres años consecutivos. Añadió que aun cuando el mercado ha tenido dificultades, el paso de una tasa de cambio de 2.000 pesos a una de 3.000 pesos le ha dado a los productores nacionales oportunidades de reconquistar el mercado internacional.
Pese a los casos, la encuesta afirma que las ventas de las mipymes hacia otros países es reducida, solo 15 % dijo haberlo hecho en tercer trimestre.