El anuncio del fiscal general Eduardo Montealegre ayer en Caracol Radio revelando que el próximo martes se dará la captura y la imputación de cargos de Luis Alfonso Hoyos, exasesor espiritual de Óscar Iván Zuluaga, generó de nuevo la pregunta sobre el papel del fiscal, del por qué de estos anuncios que se suponen hacen parte de la reserva y que lo dejan, según expertos, como un fiscal mediático, que está “bailando” a su propio ritmo.
Las declaraciones de Montealegre se dieron un día después de que los dirigentes de los partidos en pleno hicieran un llamado a respetar la autonomía de las ramas del poder público, a preservar la institucionalidad; al rechazar su propuesta de hundir la reforma de poderes y convocar una asamblea constituyente.
Con estos dos hechos los analistas advierten lo que en apariencia puede ser una contradicción: o que Montealegre no está tan cerca del presidente Juan Manuel Santos como se veía hasta hace unas semanas o que sus propuestas son orquestadas desde la Casa de Nariño para bajar los ánimos de la polarización y lograr lo que en apariencia era un imposible: sentar a los partidos en una misma mesa.
El constitucionalista Juan Manuel Charry dijo que con la propuesta de la constituyente, Montealegre marca una diferencia con el Gobierno que antes no se veía. “Con esto lo que hace es oponerse a un proyecto del Gobierno y este es un hecho institucional, no es político. Lo que está pasando es que Montealegre está marcando una diferencia institucional, no es más”.
Agregó que el país no está acostumbrado a que los funcionarios judiciales den declaraciones de prensa, pero la Constitución de 1991 le dio más protagonismo al fiscal y desde entonces los fiscales son agentes mediáticos. “No me parece equivocado que un fiscal opine sobre temas de actualidad. Tal como hace el procurador y el contralor”, dijo.
A Germán Sahid, profesor de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, no le cabe duda de que las declaraciones recientes del fiscal lo que demuestran es que está participando en política de manera abierta y que además está ideologizando la justicia.
“En Colombia el diseño de la Fiscalía tiene un problema y es que el ente que investiga es el mismo que acusa. Y con esto lo que pasa es que es evidente que la Fiscalía tiene mucho poder y Montealegre está acaparando ese poder y está haciendo una politización muy fuerte de la justicia y eso es muy peligroso. Él está desbordando sus funciones”.
Para el profesor Sahid, el fiscal Montealegre, entonces, no solo está participando en política sino que también está influyendo de manera negativa en el proceso de paz.
Recordó que Montealegre con el expresidente Álvaro Uribe se ha desbordado en sus funciones y que hasta hace unas semanas era cercano a Santos.
“Claro, al principio iba al ritmo de Santos, era un fiscal que parecía de bolsillo, que de alguna manera estaba tratando de minimizar el tema de las penas. Ahora, está tratando de quebrar el equilibrio institucional de una manera muy peligrosa al incidir en los fallos y las leyes, lo cual hace que se rompa la independencia de los poderes”.
Subrayó que debido a que la Fiscalía es una entidad independiente, que no le rinde cuentas a nadie, puede convertirse en una rueda suelta y “más aún cuando tiene un poder increíble y una capacidad mediática peligrosa. El fiscal ventila todos los días órdenes de captura por los medios de comunicación y eso es violarles el debido proceso a los ciudadanos investigados. Lo que hace es condenarlos antes de tiempo”. Destacó, en ese sentido, que quienes deberían hacerle un control político son los congresistas.
Por último, Miguel García, profesor de la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de los Andes, consideró que aunque ha sido bastante polémica la propuesta de la constituyente, esa declaración es la única que hasta ahora ha sido la que ha logrado sentar en una mesa a todos los partidos.
“Me parece que el mensaje de Montealegre fue audaz. El fiscal está jalando la pita hasta donde pueda, es decir, está jalando la pita para que se le ponga cuidado a ciertos temas. Montealegre logró, insisto, unificar lo que era imposible, al menos frente a un tema polémico”.