Aunque el 20 de marzo será el equinoccio de marzo y con él el inicio de la primavera en el Hemisferio Norte, otoño en el sur, esta estación parece haberse anticipado varias semanas.
Hace una semana la temperatura en Washington estuvo por los 26° Celsisus, primera vez que se registra tan alta en ese día de febrero.
Desde entonces el clima ha estado suave y el ambiente responde, de acuerdo cxon un artículo en Vox: los árboles echan brotes, así como las flores en el suelo. Sí, parece primavera.
El fenómeno no es solo en la capital estadounidense, sino en casi toda la costa occidental, el suroccidente y el centro sur. La estación se anticipó.
Y aunque podría pensarse que dejar atrás el invierno y comenzar a recibir algo de más calor es bueno, tiene sus consecuencias, de acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos: aparecen más temprano las enfermedades asociadas con mosquitos y una más fuerte y duradera estación de polen.
De entrar otros días de frío extremo, esas flores que hoy parecen brotar morirían y afectaría la llegada de aves, abejas y mariposas para polinizar las flores.
Pero una primavera temprana no es más que manifestacion de otro fenómeno mayor: el calentamiento del planeta y el consiguiente cambio climático. Desde hace una década se ha notado un despertar más pronto de esta estación tan esperada.
Una manifestación más de un clima enloquecido: el Ártico, aún sumido en la oscuridad, tiene temperaturas extremadamente altas y el nivel del hielo está en su mínimo histórico.