Encontraron microfibras de plástico en el agua potable. Está en el edificio de la Torre Trump, en Estados Unidos y también en África. ¿De extrañar? No tanto si se considera que una sola persona consume más de 4.000 bolsas de plástico al año.
Mucho se ha informado y visualizado sobre su creciente amenaza a la fauna, la flora y la vida en general de los ríos y los mares. El plástico altera los rellenos sanitarios y causa una contaminación global alarmante.
Ahora se sabe que también están en el agua de la llave. El estudio difundido por The Guardian y liderado por Orb Media, organización periodística internacional sin ánimo de lucro con sede en Washington en colaboración con investigadores de la Universidad Estatal de Nueva York y la Universidad de Minnesota, tomó muestras de agua del grifo de diferentes países de los cinco continentes. El resultado arrojó que el 83 % de las muestras obtenidas contenían microfibras de plástico que podrían ser dañinas para la salud.
Estados Unidos tuvo la tasa de contaminación más alta, con un 94 % de fibras plásticas encontradas en el agua del grifo en sitios como edificios del Congreso, la sede de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y Torre Trump en Nueva York. Líbano e India tuvieron las siguientes tasas más altas.
Países europeos, incluyendo el Reino Unido, Alemania y Francia tuvieron la tasa de contaminación más baja, pero igual fue del 72 %. El número medio de fibras encontradas en cada muestra de 500 mililitros de agua varió de 4,8 en Estados Unidos a 1,9 en Europa.