Se ha hecho mucho ruido por los presos políticos en Venezuela y con razón. Una juez que condena a Leopoldo López a trece años, nueve meses, siete días y doce horas de cárcel. Esas doce horas son como para mostrar una justicia milimétrica aunque le faltaron los milímetros de segundo de Maduro. Puede ser que la señora jueza es algo más instruida que ese dictador pero no menos cruel e injusta. Lo condenó, el “reo” sabía bien que la sentencia sería condenatoria cuando le advirtió: “Señora jueza, si la sentencia es condenatoria usted tendrá más miedo de leerla que yo de escucharla, porque usted sabe que soy inocente”. Valeroso él y débil quien lo condenó a pesar de saber de su inocencia. Las órdenes de su superior son para cumplirlas.
También han...