Un gran agujero de gusano, un túnel en el espacio-tiempo, un atajo hacia otra región del universo. Eso sería nuestra galaxia.
Es al menos lo que propone un nuevo estudio en Annals of Physics.
Explotados por la ciencia ficción, los agujeros de gusano fueron conceptualizados por Albert Einstein y Nathan Rosen en 1935 que los propusieron como una manera de abordar las singularidades de un agujero negro: la enorme energía alrededor distorsionaría el espacio-tiempo al punto de que se doblaría sobre sí permitiendo un puente entre regiones del universo.
Pero estas estructuras teóricas, que alcanzaron gran difusión el año pasado con la película Interstellar, no han sido demostradas aunque han sido objeto de atención durante años por parte de los astrofísicos.
También han tenido amplia aceptación en textos de ficción que han acaparado la atención de muchas personas.
Investigadores de India, Estados Unidos e Italia en la Escuela Internacional de Estudios Avanzados (Sissa) en Italia, afirman que el halo central de la galaxia podría albergar tanta materia oscura como para fundamentar la existencia de un atajo estable y navegable hacia otra región del universo.
Hipótesis
Para Paulo Salucci, al combinar el mapa de la materia oscura en la galaxia presentado hace dos años y el más moderno concepto del Big Bang, se pueden desarrollar hipótesis sobre la existencia de túneles del espacio-tiempo.
No es solo eso: “Podríamos viajar por él dado que según nuestros cálculos sería navegable, como Interstellar”.
Para los autores, sus resultados refuerzan la importancia de descubrir la verdadera naturaleza de la materia oscura, que aún no se ha podido descifrar.
Al tener en cuenta la materia oscura con la materia ordinaria en la Vía Láctea, la densidad de la galaxia parece suficiente para permitir la existencia de un agujero de gusano en el corazón galáctico.
Científicos han tratado de explicar la materia oscura mediante una hipotética partícula, el neutralino, pero no se ha observado ni en el universo y tampoco en el colisionador de partículas del CERN.
Los astrofísicos del Sissa no proclaman que la Vía Láctea sea definitivamente un agujero de gusano sino que según los modelos teóricos esa hipótesis es una posibilidad.
Otros científicos también habían propuesto el año pasado la posible existencia de agujeros de gusano en la región central del halo.
Una hipótesis que tardará en ser verificada. Salucci cree que en principio podría ser experimentada si se comparan mediante la relatividad dos galaxias, por ejemplo la nuestra con otra cercana como la Nube de Magallanes aunque aún no es posible realizar tal comparación, no existe la tecnología requerida.
Los agujeros de gusano han sido citados para explicar algunos otros fenómenos alrededor de los agujeros negros.
Pero la nueva hipótesis es seductora: nuestra galaxia sería, al final de cuentas, un medio de transporte.