Urabá pasó en menos de quince años de ser epicentro de la violencia asociada al conflicto armado en Antioquia –y hasta cierta extensión en Colombia-, uno de los lugares de la geografía nacional que vivió en toda su tragedia la lucha entre poderes ilegales y el Estado colombiano, a convertirse en centro de progreso y esperanza en el noroeste del país, a representar la idea viva de que, al otro lado de nuestro desastre nacional, puede haber algo muy bueno esperándonos para el futuro.
Así, la región reúne el desarrollo de proyectos de vital importancia en términos departamentales y nacionales, como el puerto, la autopista, la ciudadela universitaria y una docena más de proyectos privados de envergadura. Y visitar Apartadó, Carepa, Chigorodó o Turbo...