El 19 de junio de 2015, cuando el empresario Marcelo Odebrecht era imputado por la justicia junto a otros acaudalados dueños de compañías brasileñas, muy pocos políticos de otras naciones de América Latina pensaron que en menos de dos años resultarían salpicados por uno de los tentáculos del pulpo corrupto que se investiga en el caso Lava Jato.
A ese tentáculo se le llama caso Odebrecht y ahora se extiende por toda la región. Con la misma amenaza que se cernió en 2015 y 2016 sobre la entonces presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y su izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), la presión es aplastante hoy para numerosos presidentes, expresidentes y políticos latinoamericanos.
Sobre el más implicado de ellos ya pesa una orden de captura. Se trata del exmandatario peruano Alejandro Toledo, quien permanece prófugo de la justicia y del que, al cierre de esta edición, se desconoce su paradero.
Perú busca a Toledo
En la noche del jueves, el Primer Juzgado de Investigación Preparatoria, a cargo de Richard Concepción Carhuancho, ordenó la captura y 18 meses de prisión preventiva para Toledo, mientras avanza la investigación preparatoria contra el político por los presuntos delitos de tráfico de influencias y lavado de activos.
Ayer la situación empeoró aún más para el expresidente, ya que en horas de la tarde, la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) informó mediante comunicado que “luego de realizar las coordinaciones al más alto nivel con las autoridades de Interpol, con sede en Lyon, Francia, ya se ha obtenido la activación de la alerta roja en los 190 países miembros; es decir, para su búsqueda y captura”.
Esto reduce por mucho las posibilidades de que logre asilo, dado que medios apuntaban a que el expresidente ya estaba adelantando esos trámites en Israel, aprovechando la cercanía de su esposa judía con autoridades de dicho país.
De hecho, según informó ayer la PCM, Toledo se encontraría en San Francisco, Estados Unidos y se mantiene el “riesgo de fuga al Estado de Israel”. El Ministerio del Interior —ente que tramitó la solicitud de circular roja ante la Interpol—, por su parte, anunció una recompensa de 100.000 soles a la persona que dé información sobre su paradero.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Rodrigo Cruz, periodista a cargo del caso Odebrecht en el diario peruano El Comercio, consideró que, por lo menos en su país, la orden de captura contra Toledo es apenas el primer capítulo de un drama que va para largo sobre la clase política.
“Es un impacto fuerte que sea nuestro país el que tenga al primer expresidente con una orden de detención. Eso ocurre porque Odebrecht prácticamente tomó Lima como su segunda base. Si tuvo la facilidad hasta para sobornar directamente a un jefe de Estado, tenía obviamente un terreno fértil para sus maniobras ilícitas”, dijo.
“Lo curioso es que cuando era opositor a Alberto Fujimori, Toledo representó una supuesta lucha contra los corruptos. Ahora podría ser su compañero de celda. Pero la lista de presidentes capturados por este caso puede crecer. Varios funcionarios del gobierno de Alan García están detenidos y Jorge Barata, representante de Odebrecht en Perú, es cercano a él. Denuncias apuntan a que financiaron la campaña de Ollanta Humala. En Lima ya se dice que tenemos aquí el Cristo Redentor de Río, porque hasta eso nos regaló Odebrecht. Lo claro es que apenas es el principio de una película de terror para los políticos”, agregó.
Panamá en incertidumbre
Otro país vecino se vio ayer sacudido por las revelaciones que se están dando en toda la región, como si se tratara de réplicas de un terremoto, y también por las implicaciones que traen para un mandatario.
Ramón Fonseca Mora, nada menos que el cofundador y socio propietario de la polémica firma de abogados Mossack Fonseca, aseguró que el presidente panameño, Juan Carlos Varela, recibió millonarias “donaciones” de Odebrecht.
“Me dijo que él había aceptado donaciones de Odebrecht porque no se podía pelear con todo el mundo”, aseguró mientras se dirigía “voluntariamente” a la sede del Ministerio Público, donde fue capturado por su presunta implicación en una trama de lavado de activos hallada en la investigación del caso Lava Jato.
Las afirmaciones tuvieron especial impacto al tenerse en cuenta que Fonseca “fungió como presidente del Partido Panameñista, ministro consejero, hombre de confianza de Varela, recaudador de fondos para sus campañas, y por supuesto socio de la firma que escondió fortunas de evasores de impuestos, narcotraficantes, terroristas y políticos corruptos”, aseveró James Aparicio, director del diario Metro Libre.
“El país ha reaccionado con sorpresa y la situación me parece similar a la de 1986, cuando las declaraciones del general Roberto Díaz Herrera provocaron la crisis que terminó con el régimen de Noriega. Hay preocupación de que se avecine una crisis institucional en la que podría ocurrir un cambio de régimen similar. Muchos grupos presionan a la justicia para que el caso Odebrecht se investigue. Varios expresidentes pidieron la renuncia de Varela. Aunque el gobierno ya salió con una versión, hay que ver qué ocurre. La consigna de los panameños es ‘caiga quien caiga’, y que se investigue desde que entró esa empresa aquí, en el 2004, de manos del expresidente Martín Torrijos”, explicó.
Aparicio recuerda que el país “vivió años de protestas masivas entre 1986 y 1989, que debilitaron el régimen cívico-militar. No sabemos si ahora podrían repetirse esas protestas, pero todo dependerá del ánimo de los sectores que piden investigar”. Justo ayer, al mediodía, el Síndicato Único de la Construcción y Similares —el principal del país—, realizó una manifestación para pedir la renuncia de Varela, paralizando las avenidas de la capital.
Brasil: Autonomía judicial
Mientras los efectos siguen produciéndose en toda América Latina, el país en el que se destapó la olla podrida avanza a paso firme en una enorme pesquisa. Iván Godoi, escritor brasileño y periodista de Radio Senado, opinó sobre los factores que permitieron desarrollar tamaña investigación, tal vez sin precedentes en toda la región.
“Además del respaldo de la ciudadanía a las instituciones judiciales y la presión de la opinión pública, hay que resaltar que esto fue posible gracias a la independencia que tiene hoy en día la justicia en Brasil. En especial el Ministerio Público, que ha tenido plena libertad para investigar”, dijo.
Godoi coincide con sus colegas de Perú y Panamá, “es evidente que seguirán saliendo revelaciones”.
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millones de dólares dio en Perú Odebrecht en sobornos.