La historia ha demostrado que a gobiernos o regímenes totalitarios como el que ahora está de turno en Venezuela, no les interesa tener a su alrededor personas con fuertes influencias políticas y sociales en su contra, sobre todo si antes hacían parte de su corriente, y lo ocurrido con la fiscal destituida, Luisa Ortega es una de las últimas pruebas.
De continuar esta situación, casos como el sucedido con la Fiscalía General de la Nación podrían repetirse en otras instituciones donde hay personajes que para el chavismo pueden ser “enemigos públicos” y que desde ya podrían estar en la mira para ser destituidos o llevados a la cárcel, “en caso de ser acusados de generar violencia en las calles de Venezuela”, por lo menos así lo cree Felipe Buitrago, politólogo y analista internacional de la U. de Antioquia.
Personajes en la mira
Los nombres más visibles están en la Asamblea Nacional y en las alcaldías de las diferentes ciudades de Venezuela.
Según el diputado opositor venezolano, Andrés Mejía, ya son 10 alcaldes condenados por el régimen, como los de Maturín, Mérida, San Cristóbal y Caracas.
“Sabemos que la fiscal Ortega era su principal objetivo, pero también parece que están en la mira el presidente y el vicepresidente de la Asamblea Nacional como Julio Borges y Freddy Guevara. También estaría Luis Florido, presidente de la comisión de política exterior. La lista parece ser muy larga pero también impredecible”, agregó el funcionario.
Ronal Rodríguez, Investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, explica que en la Asamblea Nacional Constituyente, el gobierno de Maduro, podrá prescindir de esos adversarios internos y externos, incluso podrán hacerlo con gobernadores y alcaldes.
“Esto es de tal alcance que podrían hacer eso hasta dentro del mismo ejecutivo, por esa razón quien está al frente de la asamblea es Delcy Rodríguez, mano derecha de Maduro y con poder para decidir ante cualquier detractor o disidente”, agrega.
La estrategia Constituyente
Precisamente la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente se convierte en la plataforma para que el chavismo pueda atacar políticamente a esos contradictores. El diputado Mejía asegura que los principales objetivos están en la disidencia que esté en la Asamblea Nacional, que tenga algún poder público o incluso ciudadanos de a pie.
“Esa es la principal intención que ha tenido el Gobierno con esta propuesta de la Constituyente, porque bajo ningún concepto con este fraude se ha planteado con seriedad resolver el problema del hambre, falta de medicamentos o inseguridad que sufre nuestro país”.
La conclusión de los analistas consultados por este diario es que las personas que podrían estar en riesgo de correr la misma suerte que la fiscal destituida, no representan una “real amenaza” para el Gobierno de Venezuela mientras este tenga el control de las armas y la simpatía popular.