Miles de ciudadanos salieron ayer a las calles de Barcelona para reclamar la unidad de España frente al proceso secesionista en Cataluña, a dos días de la celebración del pleno del Parlamento regional en el que podría declararse unilateralmente la independencia.
Cerca de un millón de personas, según los convocantes -unas 350.000 según la Guardia Urbana-, se concentraron en la capital catalana bajo el lema “¡Basta! Recuperemos la sensatez”, portando banderas de España, Cataluña y la Unión Europea.
La multitudinaria marcha, que superó con creces las previsiones de los convocantes, concluyó en un ambiente festivo con las intervenciones del premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa y del expresidente del Parlamento Europeo Josep Borrell.
“La democracia española está aquí para quedarse y ninguna conjura independentista la destruirá”, aseguró Vargas Llosa, quien se mostró muy crítico contra las autoridades independentistas de Cataluña y advirtió de que el nacionalismo es “la peor de todas las pasiones”.
Por su parte, el exministro socialista Josep Borrell alertó de que Cataluña está viviendo momentos “casi dramáticos” e hizo un llamamiento al jefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont para que “no empuje el país al precipicio”.
La marcha se da a dos días de que el presidente catalán comparezca en el Parlamento para proclamar eventualmente la independencia.