En el transcurso del día de hoy el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaría firmando el decreto que frena el programa de los “dreamers”, que beneficia con permisos de trabajo, seguridad social y no deportación a cerca de 800.000 jóvenes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos. Así aseguraron a medios locales fuentes cercanas a la Casa Blanca.
No obstante, el mandatario no implementaría su decisión de inmediato, sino que daría un plazo de seis meses al Congreso para que encuentre una legislación alternativa para inmigrantes ilegales y sus hijos.
El programa que discutirá el Congreso es el de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que autoriza a los “dreamers” a pedir permisos de trabajo en el país.
Pero en esa misma instancia no ha podido progresar otra de las promesas de campaña fundamentales del magnate: el freno al sistema de salud de su antecesor, el Obamacare. El proyecto lleva varios meses estancado porque incluso hasta los republicanos se oponen a reemplazar de la nada un sistema de amplia cobertura, lo que dejaría por fuera a 23 millones de estadounidenses. ¿Cómo podría ser distinta la suerte de su iniciativa en el plano migratorio?
Habrá pulso
De momento, expertos en política internacional no se atreven a dar un vaticinio exacto sabiendo las complejidades de la política en Washington. Pero en diálogo con EL COLOMBIANO, Juan Carlos Ruiz, profesor titular de la Facultad de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, consideró que evidentemente cabe anticipar un polarizado pulso frente al tema del DACA.
“Es muy probable que los jueces de diferentes estados, algunos gobernadores, y los alcaldes de las denominadas ciudades santuario sigan protegiendo a estos inmigrantes, que en muchos casos por arraigo casi son de allá y ni siquiera hablan español. Por tanto habrá una oposición así Trump siga contra ellos, y por eso es previsible que haya discusión en el Congreso y que esta se dé caso por caso entre los legisladores”, explicó.
De hecho, desde ayer el presidente de la Cámara, el republicano Paul Ryan, instó a Trump a no firmar ese decreto: “nosotros amamos a los ‘dreamers’, son chicos que no conocen otro país”, dijo.
Patricio Navia, politólogo y docente de la Universidad de Nueva York (NYU), advirtió que “a diferencia del tema de la salud, respecto al DACA el presidente tiene más prerrogativas, por lo que podría frenarlo. Pero en todo caso le daría la posibilidad al Congreso para discutirlo y ahí podrían salvarse sus aspectos cruciales. Si bien el efecto del DACA es mucho más limitado que el Obamacare, su peso político es alto y por eso los republicanos tendrán una ‘papa caliente’ a un año de las legislativas”.
En suma, así Trump lograra frenar el DACA, la equilibrada institucionalidad de Washington podría evitar que esto se traduzca en efectos reales contra los. “dreamers”