La fuga de prisión del narcotraficante mexicano Joaquín Archivaldo Guzmán, conocido como “El Chapo” suscitó diversas reacciones a nivel internacional. Las más sonadas vinieron de la Casa Blanca.
Estados Unidos recalcó ayer que el gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto deberá enfrentar a Guzmán con la justicia y mostró su apoyo para capturarlo, indicando que también enfrenta acusaciones por crímenes graves en dicho país.
Mientras el Presidente de México se encuentra en Francia, las críticas en su contra se multiplican en el plano local. Desde los distintos partidos políticos mexicanos, principalmente el PAN y el PRD, se han pedido explicaciones urgentes, así como “la seriedad y la eficacia del gabinete presidencial”.
Al mismo tiempo documentos revelados por la Casa Blanca apuntaban a que hubo intentos previos de fuga, específicamente desde marzo de 2014, casi un mes después de que Guzmán fuera capturado en Sinaloa, en el norte de México. En ese entonces Peña Nieto calificó dicha captura como uno de sus “grandes logros”.
El portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest, declaró ayer que México, como “Gobierno soberano, tiene sus propias responsabilidades para asegurar que los ciudadanos mexicanos acusados de delitos graves en el sistema de justicia criminal mexicano rindan cuentas en ese país”. “Pero hemos dejado claro a los mexicanos nuestro interés en asegurar que ‘El Chapo’ enfrenta la justicia aquí, en Estados Unidos”, añadió el portavoz.
Nieto, desde París, calificó la fuga de “afrenta para el Estado mexicano” y mandó a investigar si hubo complices o involucrados entre funcionarios.
El secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, regresó de urgencia desde Francia como miembro de la comitiva del presidente.