A Rafael Correa, expresidente de Ecuador, no pueden juzgarlo como reo ausente, es por eso que la decisión de la jueza nacional Daniella Camacho de iniciar un juicio en su contra queda un poco en el limbo, ya que el político no está en el país.
Correa se encuentra desde 2017 en Bélgica, pese a haber sido requerido por la justicia de su país por presuntamente haber ordenado el secuestro de Fernando Balda, exlegislador opositor que fue secuestrado en Bogotá, en agosto de 2012.
Para que compareciera en este proceso, la justicia ecuatoriana pidió circular roja de Interpol con fines de extradición, pero no ha obtenido respuesta de los organismos internacionales, y el juicio no puede adelantarse hasta que Correa llegue al estrado judicial, sea a través de una captura o de manera voluntaria.
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De acuerdo con la Fiscalía de ese país, el exmandatario junto al exsecretario nacional de Inteligencia Pablo Romero y los exagentes de los servicios secretos Diana Falcón y Raúl Chicaiza son los presuntos responsables del secuestro.
Los dos últimos, que reconocieron ser autores materiales de los hechos, se han acogido al régimen de colaboración eficaz. Romero, por su parte, se encuentra en España.
Ambos exagentes aseguraron que las órdenes les llegaban directamente por el expresidente a través de Romero y sus testimonios figuran entre los 23 elementos principales de convicción presentados por la Fiscalía contra Correa, que ha rechazado las acusaciones, según reseña la Agencia EFE.